Cuando llegan las fiestas, muchos vivimos una auténtica operación salida con nuestras mascotas a bordo. Y aunque para nosotros el trayecto pueda ser parte de la aventura, ellos no siempre lo viven igual. Elisenda Saperas lo tiene claro: la preparación marca la diferencia. "Es importante organizarse con antelación; dejar que el perro se familiarice con el coche y los sistemas de sujeción unos días antes", explica.

Según cuenta la veterinaria y responsable de comunicación de Purina, acostumbrarles al movimiento con pequeños desplazamientos y evitar darles de comer justo antes del viaje puede reducir mareos y vómitos. "Los perros suelen tolerar mejor el coche que los gatos, pero aun así el trayecto puede ser estresante si no lo hemos trabajado previamente".

Ante todo, seguridad

Uno de los aspectos más delicados es la seguridad. Y aquí, los datos no engañan: muchos propietarios siguen sin usar sistemas de protección adecuados. "La ley es clara: el animal no puede ir suelto ni interferir en la conducción", recuerda Saperas. Las opciones más seguras son el transportín rígido bien anclado, el arnés de doble enganche sujeto al cinturón o la rejilla separadora combinada con una sujeción en el maletero para perros grandes. "Un animal sin retención se convierte en un auténtico proyectil dentro del coche, poniendo en riesgo a todos", subraya.

Más allá del coche, en estas fechas también aumentan los viajes en transporte público, donde aparecen otros desafíos. "El estrés, el ruido y la manipulación por parte de desconocidos son los riesgos más comunes", señala. Su consejo es crear un refugio portátil: transportín familiar, manta con su olor y premios que refuercen la calma. Y en cualquier modalidad de viaje, no olvidar la cinetosis: "Muchos animales sufren náuseas y vómitos durante el trayecto, así que conviene evitar comidas antes del viaje".

La nueva Ley de Bienestar Animal también introduce responsabilidades importantes para estas fechas. "La normativa pone mucho énfasis en la supervisión y en evitar períodos de soledad excesivos", explica Saperas. Aunque las cifras concretas pueden variar, el mensaje es contundente: no vale dejar a los animales solos durante largos periodos. "Debemos garantizar agua, alimento, condiciones ambientales seguras y suficiente vigilancia para evitar ansiedad, escapes o accidentes", añade.

¿Y qué más podemos hacer para que nuestras mascotas disfruten de las vacaciones tanto como nosotros? Saperas propone una especie de "kit básico viajero". "Hacer salidas cortas de práctica, evitar comidas justo antes, parar cada dos horas, mantener rutinas y no forzar interacciones cuando llegan a un entorno nuevo", resume. Pero hay un consejo que, según ella, es infalible: "Calma contagia calma. Si nosotros estamos tranquilos, ellos también lo sienten".

Con estos gestos sencillos y algo de previsión, los viajes navideños pueden convertirse en una experiencia bonita, segura y, sobre todo, compartida en familia. Porque al final, ellos también forman parte del plan.