Es una planta de la familia de las compuestas cuyo nombre científico es Calendula officinalis y que se conoce como caléndula, maravilla o flor del muerto, entre otras acepciones. Se reconoce fácilmente por sus llamativas flores de color anaranjado que florecen durante casi todo el año. A nivel fitoterapéutico se recomienda usar la planta fresca, especialmente las flores, aunque también pueden usarse las hojas. Se encuentra en terrenos sin cultivar, caminos, etc. y como planta ornamental en jardines.

En su composición química destacaría la presencia de: fibra, ácidos (especialmente el salicílico), saponinas, calendulósidos, fitoesteroles, flavonoides, carotenos, alcaloides, taninos, quinonas, etc. que proporcionan sus interesantes características para el cuidado de la piel desde el punto de vista de la fitoterapia y los tratamientos naturales.

Se considera que presenta muchas propiedades entre las que destacarían:

-Antiinflamatorias y antisépticas. Los terpenos, el ácido salicílico y calendulósidos presentes en la flor son capaces de reducir la inflamación y combatir infecciones. Se utilizan en forma de infusiones, compresas o tisanas.

-Dermatológicas. Mejora el acné y cuida la piel por su contenido en antioxidantes, flavonoides y ácidos, especialmente el salicílico, utilizándose también para reducir las durezas de los pies aplicada directamente.

-Digestivas. Mejora las digestiones pesadas y reduce el dolor si se consume en infusión elaborada a partir de las flores secas.

-Vulnerarias. Mejora las cicatrices, las irritaciones de la piel y las contusiones cuando se aplican las hojas machacadas en forma de cataplasma.

Aunque se considera una planta segura, no se recomienda su administración durante el embarazo o la lactancia, ni a quienes padecen alergia a las compuestas o combinada con tratamientos farmacológicos, especialmente con sedantes porque puede aumentar sus efectos somníferos. Consulta a tu médico.

Su aplicación es sencilla y puede emplearse en forma de infusión de flores secas, tintura, cataplasmas, compresas, etc. Especialmente interesante resulta el aceite de caléndula, pues forma parte de muchas cremas específicas para el cuidado de la piel. Puedes preparar de manera sencilla:

-Infusión, poniendo una cucharada de flores en agua hervida y que repose dos minutos. Se cuela y se bebe. Ideal para tratar la diarrea o los parásitos intestinales.

-Extracto, combinando la flor con alcohol durante 15 días en lugar seco y sin luz. Se usan 5 gotas de este preparado en una tisana.

-Pomada. Calienta en una olla 500 gramos de manteca de cerdo ecológica y añade 150 gramos de la planta bien troceada. Sofríe unos 5 minutos, tápalo y deja reposar entre 12 y 24 horas. Calienta nuevamente el preparado y cuélalo con un paño. Viértelo en recipientes de cristal, tápalos y guárdalos en la nevera.