Se considera adecuado consumir cinco raciones diarias de fruta para mantener el tono muscular y la adecuada cantidad de vitaminas, reducir los radicales libres generados por nuestro organismo, incorporar fibra a nuestro intestino, etc. Puedes tomarla en cualquier momento y situación (aunque lo más adecuado sea en el desayuno) o utilizarla como comodín cuando te apetece comer algo a lo largo de la mañana o a media tarde. Llévala al trabajo y no limites su consumo únicamente al postre.

En cada fruta encontramos una concentración específica de elementos nutritivos indispensables, aunque comparten algunas características como su elevado contenido en agua, vitaminas (A, B6 y C fundamentalmente) y minerales (potasio, calcio, hierro y magnesio) y un bajo contenido en proteínas, materia grasa y calorías (aunque unas aportan más que otras).

Si lo que deseas es adelgazar o mantener tu peso, se recomienda el consumo de determinadas frutas que, por sus características nutricionales, te ayudarán a conseguirlo. Te proponemos:

-Arándanos, que contienen antocianinas que ayudan a quemar grasa de manera natural.

-Fresa, por ser especialmente diurética y favorecer el metabolismo de las grasas reduciendo su presencia en nuestro cuerpo.

-Granada, con polifenoles y antioxidantes que favorecen la actividad metabólica.

-Kiwi, con una función específica en la regulación y metabolismo de los hidratos de carbono.

-Limón, que favorece la función hepática, la digestión y el metabolismo de las grasas.

-Manzana, baja en calorías y con un elevado contenido en ácido málico que favorece el proceso digestivo.

-Papaya, contiene papaína que favorece la digestión y ayuda a eliminar las grasas.

-Pera, con un elevado contenido en fibra, nos ayuda a sentirnos saciados y mejora la actividad intestinal.

-Piña, muy diurética y depurativa favorece la eliminación de toxinas.

-Pomelo, contiene un flavonoide que ayuda a eliminar la grasa corporal. -Sandía, baja en calorías y muy depurativa por la presencia de licopeno.

-Uvas, ricas en potasio (que reduce la retención de líquidos) y fibra (que mejora el funcionamiento del intestino).

Aunque puedes encontrar casi todas y en cualquier época del año, lo recomendable es que consumas la fruta de temporada porque resulta más económica y te permite una gran variabilidad. La mejor manera de asimilar todas las vitaminas de la fruta es tomarla cruda y, si es posible, con la monda. Lavarla adecuadamente y comerla completa es la opción más sana para conseguir todos sus beneficios, pues en la piel se encuentran muchos de los nutrientes imprescindibles para nuestra salud.

Si tu objetivo es perder peso, recurre a las que se consideran “adelgazantes” con mayor frecuencia, pero no renuncies a las demás porque, de manera general, su aporte calórico es menor que el de cualquier otro alimento en el que puedas pensar para esos momentos en que “tienes hambre”.