"El lobo de Wall Street”, que ha recaudado más de 300 millones de dólares en todo el mundo, está basada en la autobiografía que  Jordan Belfort (Leonardo DiCaprio) escribió al salir de la cárcel. En ella se explica su evolución, desde el joven inocente en busca del sueño americano en los años 80, al despiadado bróker que hace una fortuna de más de mil millones de dólares tras fundar su propia empresa bursátil: Stratton Oakmont: Su enorme éxito, su fortuna y la forma en que las consiguió, le valió el mote de “El lobo de Wall Street”.

La película no ha dejado indiferente a nadie. Frente a sus defensores, que la califican de obra brutal, enérgica, exuberante, y terriblemente entretenida, sus detractores la definen como una larga apología de los excesos, sin más historia que la de un adicto a todo tipo de perversiones y vicios, carente de toda ética y respeto por la justicia.

La cinta ha sido el blanco de muchísismas críticas por la frivolidad con la que trata algunos temas delicados como el blanqueo de dinero, las drogas o la prostitución. Una de las últimas voces, y tal vez la más autorizada, que se ha alzado en su contra, es la de Andrew Greene,  el que entre 1993 y 1996 fuera jefe de finanzas corporativas de Stratton Oakmont,  la empresa fundada por Belfort.

Si bien en el filme se le ha cambiado el nombre por Nicky  Koskoff (personaje interpretado por  P.J. Byrne),  Greene dice que hay suficientes rasgos distintivos para que se sepa que se trata de él, y asegura que no dio su consentimiento para que utilizaran su imagen o caracterización.

Greene se queja de que se ha dañado su reputación permanentemente, retratándole como "un criminal y drogadicto con tendencias misóginas”, por eso ha decidido interponer una demanda por difamación contra los productores y distribuidores de la cinta, y les reclama 25 millones de dólares (18,1 millones de euros).

Blanqueo, prostitutas y cocaína.

El abogado de Greene argumenta que  "la película contiene varias escenas en las que el personaje del señor Green es retratado como un criminal, drogadicto, degenerado y/o desprovisto de ninguna ética o moral".

La demanda recuerda algunos de los pasajes concretos de la película:   "En una escena, el personaje de Sr. Greene le afeita la cabeza a una mujer a la que el personaje de Jordan Belfort le ofreció diez mil dólares".

El propio Greene ha declarado que la película he dañado irreparablemente su reputación y que está teniendo problemas para encontrar trabajo, motivo por el que solicita la citada indemnización económica y que la cinta sea retirada de las salas.

Hasta ahora, ni Paramount ni Martin Scorsese han hecho ningún comentario al respecto, pero el caso ya está en los tribunales. Veremos si al final el lobo se come al cordero.