El templo del diamante en Madrid
Juan Chaparro
Moon Diamonds, con oficinas en las principales plazas del sector, como Amberes, Nueva York o Bombay, cumple un año en la capital de España.
Hace un año, por estas fechas desembarcaba en la llamada Milla de Oro de Madrid, en el corazón del barrio de Salamanca, una de las mayores firmas de importación y exportación de diamantes del mundo, Moon Diamonds, presente ya con oficinas propias en las principales plazas del sector, como Amberes, ...
Hace un año, por estas fechas desembarcaba en la llamada Milla de Oro de Madrid, en el corazón del barrio de Salamanca, una de las mayores firmas de importación y exportación de diamantes del mundo, Moon Diamonds, presente ya con oficinas propias en las principales plazas del sector, como Amberes, Nueva York o Bombay, y con delegaciones en Hong Kong, Dubai, Italia y Alemania.
Los hermanos Carlos y Nacho Luna, junto a Ignacio del Pilar, expertos en diamantes con más de 20 años de experiencia, están detrás de este proyecto mundial, que presume, como uno de sus principales valores, de adquirir directamente los diamantes, de extrema pureza, en el lugar de origen y sin intermediarios, lo que les permite afirmar que ofrecen el mejor precio.
Un paseo por su página web (www.moondiamondsmadrid.com) permite hacernos una idea de lo que eso significa: allí podemos encontrar anillos de entre 1.700 y 3.900 euros; pendientes de entre 3.400 y 5.800, o una pulsera de oro y diamantes de 36.000. También se ofrecen para comprar diamantes u otro tipo de joyas al cliente.
La oferta, sin embargo, es mucho más amplia. Porque Moon Diamonds asegura estar especializada en la venta de piezas de diamantes ad hoc, de forma que el cliente no solo exige la inversión que quiere realizar, sino también el modelo. Después, la empresa elabora un prototipo en formato digital y cuando el cliente dé el visto bueno, un artesano empieza a trabajar solo y exclusivamente para él. “Invertir en diamantes es una apuesta segura –afirma Carlos Luna-. No estamos hablando de simples joyas, sino de una inversión cuyo valor cotiza en bolsa”.
Antes de animarse a comprar un diamante, conviene tener en cuenta unas nociones mínimas. Por ejemplo, conocer los cuatro valores del diamante: cut, que se refiere a las proporciones –a mejor proporción en sus medidas más valor-; carat, relativo al peso –que se mide en quilates-; color –cuanto más blanco sea un diamante más caro será- y clarity, la pureza –que determina la ausencia de defectos o marcas internas-.
