Los expertos coinciden en que la leche materna es el mejor alimento para el bebé hasta los siete meses. A partir de ese momento debería introducirse la leche de fórmula hasta que cumpla el año. La comida sólida se va introduciendo a partir de los 4-6 meses según la indicación ...
Los expertos coinciden en que la leche materna es el mejor alimento para el bebé hasta los siete meses. A partir de ese momento debería introducirse la leche de fórmula hasta que cumpla el año. La comida sólida se va introduciendo a partir de los 4-6 meses según la indicación del pediatra y no todos los alimentos a la vez, para observar cómo los asimila y controlar la aparición de posibles alergias o intolerancias.
Es el momento de incorporar los sólidos en forma de puré, empezando normalmente por los cereales. Durante unos días se van añadiendo dos o tres cucharadas de los cereales recomendados disueltas en la leche para que se vaya acostumbrando al sabor y a la textura. Utiliza las cucharas especiales para ello porque son similares a las tetinas del biberón, son blandas y no le harán daño en la boca.
Debe comerlo lentamente para que se acostumbre a esta nueva modalidad y entienda que ya le toca empezar a comer con la cuchara. Puedes dejar que la toque para que la reconozca como algo normal. Poco a poco aprenderá a tragar ese tipo de alimentos porque tiene que acostumbrarse a la nueva situación. Dale cucharadas pequeñas para que no se atragante.
Para introducir la fruta suele empezarse con plátano, manzana, pera y naranja con los cereales que coma habitualmente. Puedes añadir un poco de la leche que suele tomar para que se familiarice con el sabor. Normalmente lo aceptan bien porque lo perciben como algo sabroso y novedoso.
Lo más frecuente es que se inicien a la vez en el consumo de verduras y carnes. La verdura suele resultar más complicada porque muchos niños la rechazan. Se recomienda evitar las verduras de hoja verde inicialmente. Puedes añadirle puerro porque enmascara otros sabores y normalmente les gusta. No pienses que se va a comer el plato entero la primera vez; debes ir poco a poco para que se adapte al sabor y a la textura.
Pescado y huevo es lo último en integrarse. Se recomienda empezar por el pescado blanco a los nueve meses y la yema de huevo a partir de los once. Estas indicaciones temporales son generales, pues es el pediatra el que marca los tiempos y debes seguir sus indicaciones.
La aparición de algún tipo de alergia o intolerancia a alguno de los elementos de la dieta provocará un cambio en el menú. Existen soluciones nutricionales que cumplen todos los requisitos pautados por los organismos sanitarios que sustituyen a la "comida normal", por lo que podrás recurrir a ellos si fuera necesario y el pediatra así lo decide.
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