Cuando el pescado es capturado, su proceso de deterioro se desarrolla con bastante rapidez. Tanto igual sucede en el caso de cualquier tipo de marisco o molusco. Por esa razón, cada vez que vayas a la pescadería o supermercado a comprar pescado, debes extremar las precauciones para comerlo con la ...
Cuando el pescado es capturado, su proceso de deterioro se desarrolla con bastante rapidez. Tanto igual sucede en el caso de cualquier tipo de marisco o molusco. Por esa razón, cada vez que vayas a la pescadería o supermercado a comprar pescado, debes extremar las precauciones para comerlo con la mayor frescura posible.
Es importante conocer si el pescado que te sirven ha sido capturado recientemente o si lleva un tiempo fuera de su hábitat natural. Para que sepas si el pescado que te sirven es fresco, toma nota de los siguientes consejos:
La Ley especifica que cada pescado venga con su etiquetado, donde se especifique el nombre, el precio por kilo, la zona donde se ha pescado, método de presentación y la forma en la que se ha producido. De la misma manera, debe presentar la fecha límite de consumo e incluso el día de envasado. Solo así sabrás si se trata de un producto fresco.
Los moluscos son un manjar exquisito que contiene un alto valor nutricional. Ahora bien, hay que tener mucho cuidado, pues tanto los mejillones como las navajas, almejas, berberechos u ostras pueden sentar muy mal si se consumen en mal estado.
Una de las advertencias que nos muestra que estamos consumiendo moluscos frescos es que permanezcan cerrados o si están abiertos, que reaccionen y se cierren al contacto. Otro de los signos más claros que evidencia su mal estado es su olor fuerte o incluso desagradable.
En cuanto a los langostinos, los frescos tienen un color grisáceo que desaparece cuando los cocinamos. Además, su caparazón ha de ser resistente y brillante. Todos aquellos ejemplares que estén blandos o que desprendan un olor parecido al amoniaco, deberás desecharlos.
Otro aspecto que distingue su frescura es su cabeza. Su aspecto debe ser fresco y nunca presentar una pinta ennegrecida. Además, las mejores piezas son aquellas que conservan todas sus partes unidas (cabeza, abdomen y cola), así como todas sus patas.