Una alimentación sana y de calidad empieza por la ingesta de productos frescos que no estén adulterados. Uno de los males de nuestra sociedad actual guarda relación con los aditivos y el azúcar, sustancias que forman parte de nuestras preparaciones y que van en detrimento de nuestra salud. ¿Quieres descubrir lo que hace falta para comer bien y mejor?

Una dieta variada, fundamental

Es fundamental llevar una dieta variada en la que no falte de nada. La base de toda alimentación saludable conlleva el aporte de todos aquellos nutrientes necesarios para el buen desarrollo de nuestro organismo.

Hoy día existen multitud de dietas restrictivas que desechan el consumo de algunos alimentos. Ahora bien, muchas de estas dietas están basadas en opiniones populares que no tienen ninguna base científica.

En muchos casos, la eliminación de ciertos alimentos no resulta positivo, salvo que estemos hablando de intolerancias o alergias que han sido prescritas por médicos o especialistas en nutrición.

Esta restricción alimentaria es peligrosa, pues supone la deficiencia de nutrientes que son necesarios para el cuerpo. Por eso, en muchas dietas restrictivas se suelen emplear suplementos de micronutrientes con ánimo de equilibrar cualquier tipo de carencia.

Comer bien consiste en hacer un combinado de alimentos. Se trata de comer muchos productos sanos diferentes sin pasarnos de la raya, todo en su justa medida.

Olvídate de lo tóxico

Las drogas y el alcohol es lo único que deberíamos restringir de nuestra dieta diaria. Se trata de sustancias tóxicas que es mejor desechar. Eso no significa que eliminemos por completo ciertas bebidas como el vino o la cerveza, aunque no hay que abusar y hacer un consumo controlado. Ya se sabe que el alcohol también forma parte de nuestra vida social, algo que es difícil de excluir, así que al menos tenemos que ser conscientes de los riesgos.

Sustituye alimentos procesados por frescos

El consumo de la comida rápida y los ultra procesados es algo a lo que no solemos renunciar con facilidad. Sin embargo, están plagados de aditivos y azúcares que sería mejor eliminar. Los alimentos frescos son la mejor opción, huyendo de los fritos, rebozados, hamburguesas y similares.

Ingerir suplementos de una forma equilibrada

Una tendencia que está en alza en Norteamérica consiste en añadir suplementos de vitaminas en las dietas. Ahora bien, el resultado puede acarrear la aparición de enfermedades cardiovasculares.

Si en principio no existe ningún tipo de carencia evidente, es preferible no consumir este tipo de suplementos. Como ya hemos mencionado, una alimentación sana empieza con la variedad de alimentos, algo que no precisa la ingesta de suplementos.

Consumir más pescado que carne

Que la carne desarrolle determinados cánceres es algo que no está fundamentado. Ahora bien, la experiencia ha demostrado que es más sano consumir menos cantidad de estos alimentos en pro de aumentar el consumo de pescado.

La razón es muy sencilla. El pescado cuenta con un contenido calórico inferior, disminuyendo así las posibilidades de coger sobrepeso o meternos de lleno en una dieta hipercalórica.

Fibra y flora, clave para el organismo

Comer bien significa hacer un consumo correcto de fibra y probióticos que incidan en una adecuada salud de la microflora. La absorción de nutrientes es clave y mantener las bacterias del colon funcionales mejorará el proceso. También es posible reducir el riesgo de padecer cáncer del tubo digestivo, e incluso una buena flora intestinal puede influir positivamente en el rendimiento deportivo y en la depresión.