Si tenemos en cuenta la dosis diaria de azúcar recomendada, una persona puede consumir de forma habitual más del doble. Lo más preocupante es que la mayoría de la gente no se da cuenta de ello. ¿Cómo reducir nuestro consumo de azúcar? Toma nota de estos tips y lo harás ...
Si tenemos en cuenta la dosis diaria de azúcar recomendada, una persona puede consumir de forma habitual más del doble. Lo más preocupante es que la mayoría de la gente no se da cuenta de ello. ¿Cómo reducir nuestro consumo de azúcar? Toma nota de estos tips y lo harás sin apenas darte cuenta.
La alimentación actual se basa prácticamente en alimentos refinados. Lo peor de todo es que la mayoría de las personas ni siquiera sabe lo que está comiendo, porque no se para a leer el etiquetado de los alimentos que compra. De todas formas, las recomendaciones nutricionales son distintas dependiendo de si se trata de una persona adulta o de un niño, aunque estos sistemas de etiquetado ni siquiera lo distinguen.
El consumo de azúcar en nuestra sociedad resulta alarmante. Y con ello no nos referimos al azúcar blanco que consumimos cada día con nuestro café o la hora de elaborar bizcochos o postres caseros. Y es que gran parte de la dieta que seguimos está colmada de azúcar añadido.
Actualmente se sabe que el azúcar potencia los factores de riesgo de ciertas enfermedades cardiovasculares. Tanto la diabetes como la hipertensión y la obesidad han empeorado en los últimos años como consecuencia de ese consumo de azúcar al que hacemos gala tan a menudo.
Los edulcorantes no son tan recomendables como imaginamos. Cuentan con una serie de elementos que no destacan precisamente por ser saludables. Lo cierto es que está dotado de componentes artificiales que no aportan absolutamente nada a nuestra dieta.
Como es de sobra sabido, las bebidas gaseosas y los refrescos tienen mucho azúcar, solo que ni siquiera somos conscientes de ello.
La miel está compuesta de agua, pero más del 80% de su composición es azúcar, siendo la fructosa y la glucosa los ingredientes que conforman casi un 70% de la miel. Por lo tanto, la dosis de azúcar en la miel es bastante elevada.
De esa forma, muchos nutricionistas ponen en tela de juicio el uso de la miel como el sustituto perfecto. Y es que pese a que su dosificación no está tan concentrada como el azúcar en polvo, no sirve a la hora de rebajar nuestro consumo de azúcar.
Las galletas, pasteles y bollos poseen cantidades demasiado grandes de azúcar. Lo ideal es prepararlos uno mismo para reducir el empleo de azúcar.
Fijarse bien en los ingredientes es clave para no consumir más azúcar de la cuenta. Mismamente, las salsas que incluyen algunas ensaladas pueden estar dotadas de ingredientes nada recomendables como azúcar.
Para reducir tu consumo de azúcar resulta aconsejable reducir su ingesta paulatinamente. Nuestro paladar está acostumbrado a su sabor y puede ser complicado prescindir de él. Intenta acostumbrarlo a los sabores de los alimentos reales y prueba a añadir a tu café, por ejemplo, media cucharada de azúcar en vez de la cucharada repleta de cada mañana.
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