A lo largo de la historia, los métodos de protección y de higiene menstrual han evolucionado mucho. Desde el algodón y los papiros que utilizaban las romanas y las egipcias hasta la actual copa menstrual. Hoy, en pleno siglo XXI, las alternativas existentes en el mercado son muy variadas. Sin ...
A lo largo de la historia, los métodos de protección y de higiene menstrual han evolucionado mucho. Desde el algodón y los papiros que utilizaban las romanas y las egipcias hasta la actual copa menstrual. Hoy, en pleno siglo XXI, las alternativas existentes en el mercado son muy variadas. Sin embargo, solo una ha conseguido romper con un tema que, hasta hace relativamente poco, era un tabú: la regla y la sexualidad femenina.
La primera copa menstrual es un invento del siglo XIX, pero no fue hasta la década de 1980, cuando apareció en el mercado un modelo fabricado en látex, reutilizable y en dos tamaños. No obstante, el verdadero punto de inflexión fue en el año 2000, cuando se comercializó la primera copa fabricada en silicona de grado médico: un nuevo material hipoalergénico que previene el crecimiento bacteriano.
Desde ese momento, su legión de usuarias no ha hecho más que crecer y, treinta años después, se ha convertido en uno de los productos más revolucionarios. Tanto, que España es el primer país de Europa en el que más copas menstruales se venden. Pero ¿cómo han evolucionado los productos de la regla hasta hoy en día?
En la década de 1970 y gracias a los movimientos feministas y por el cuidado del medio ambiente, las copas menstruales, las esponjas para el periodo y otras opciones biodegradables se volvieron más populares entre las usuarias.
Con el cambio de siglo, el abanico de productos para el cuidado del periodo ya era muy amplio y la preocupación por el impacto ambiental hizo que apareciesen nuevos productos respetuosos con el entorno. "Un reciente estudio de la Comisión Europea revela que los productos tradicionales para la menstruación son el quinto residuo de plástico más presentes en los mares. Por ello, las copas menstruales se han convertido en la alternativa perfecta y en la mejor opción para el cuidado íntimo y del planeta", afirman los expertos de INTIMINA. "El uso de la copa menstrual ofrece la posibilidad de mejorar la relación con nuestros cuerpos y el planeta, a la vez que practicamos y autoconocemos nuestra sexualidad", añaden.
INTIMINA, compañía que ofrece la primera gama de productos dedicada a cuidar los aspectos de la salud íntima femenina, dibuja la historia de los productos de higiene íntima y su evolución a lo largo de la historia.
Este innovador producto no absorbe, sino que recoge el flujo y tampoco provoca sensación de sequedad gracias a su textura ultrasuave. Es el caso de la Lily Cup, Lily Cup Compact y Lily Cup One que respetan el equilibrio íntimo, pues no contienen tóxicos ni ftalatos (grupo de compuestos químicos principalmente empleados como plastificadores). Son completamente higiénicas gracias a la silicona de grado médico biocompatible con las que están fabricadas, un material no poroso que previene el crecimiento bacteriano. Además, están diseñadas para una larga duración, sin sacrificar su valor ni rendimiento.
Cada vez son más los fabricantes que apuestan por productos enfocados al cuidado íntimo de la mujer, como por ejemplo una aplicación de seguimiento del ciclo menstrual creada por y para las mujeres.
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