La idea es tomar lo mejor de cada una de estas disciplinas, yoga y nutrición, en pro de nuestro cuerpo, tal y como se tratara de la combinación de dos alimentos, que juntos generan un mayor valor proteico. Practicar yoga alimenta el alma y mejora tu energía para resistir mejor la ...
La idea es tomar lo mejor de cada una de estas disciplinas, yoga y nutrición, en pro de nuestro cuerpo, tal y como se tratara de la combinación de dos alimentos, que juntos generan un mayor valor proteico.
Practicar yoga alimenta el alma y mejora tu energía para resistir mejor la actividad del día a día. Esta disciplina es perfecta para equilibrar el nivel hormonal y emocional, al tiempo que procuras el buen funcionamiento de tu organismo. Ahora bien, si además consumes alimentos frescos y variados, semillas naturales e hidratas tu cuerpo, notarás cómo tu cuerpo cambia y se vuelve más flexible, ligero y fuerte con el tiempo.
El yoga nos enseña a estar pendientes de los detalles para que nada pase desapercibido y, puesto que nuestro cuerpo es una máquina, hay que cuidarla para que marche adecuadamente. Respirar, comer y vivir momentos especiales es lo que nos llena de bienestar, pero también hay que actuar con prudencia y responsabilidad, sin olvidar aquello que nos concede salud y una mayor calidad de vida: ejercicio y una dieta sana.
Saber escuchar nuestro cuerpo no es fácil, pero se consigue con la práctica. De esa forma, no esperaremos a que él nos grite lo que necesita en forma de enfermedad o patología.
El objetivo es sustituir la culpa por el aprendizaje. Por ejemplo, si cada vez que estamos cansadas, comemos dulce, tras varios días comiendo alimentos poco saludables, aprenderemos a buscar una solución para eliminar el cansancio. ¿Cómo? Tal vez descansando en la cama unos minutos para sentirnos fuertes y enérgicas.