La utilización del aceite de onagra se popularizó hace unos años al ser descubierta su actividad sobre los síntomas relacionados con las alteraciones que constituyen el denominado síndrome premenstrual. Es un problema frecuente que padecen muchas mujeres a lo largo de su vida. Su nombre científico es Oenothera biennis, aunque se ...
La utilización del aceite de onagra se popularizó hace unos años al ser descubierta su actividad sobre los síntomas relacionados con las alteraciones que constituyen el denominado síndrome premenstrual. Es un problema frecuente que padecen muchas mujeres a lo largo de su vida.
Su nombre científico es Oenothera biennis, aunque se conoce como onagra, hierba del asno, etc. Es originaria de Norteamérica y se ha extendido por otras zonas donde se cultiva para obtener las semillas de las que se extrae la droga usada en fitoterapia.
Su composición química es muy completa e incluye, entre otros elementos: proteínas (15%), fibra (40%), aceite rico en ácidos grasos esenciales (palmítico, esteárico, oleico, linoléico, γ-linolénico), alcoholes y minerales (fundamentalmente calcio).
Los ácidos grasos esenciales presentes en la onagra son imprescindibles para el buen funcionamiento del organismo y su carencia causa problemas cutáneos (eccemas, eritemas, etc.), retraso del crecimiento, mala agregación plaquetaria, alteración de la síntesis de prostaglandinas, y otros. De hecho, los expertos señalan que el ácido γ-linolénico es indispensable:
Esta riqueza en principios activos convierte al aceite de onagra en el producto más adecuado para el tratamiento de problemas circulatorios, síndrome premenstrual, dolor mamario, artritis, ciertas afecciones cardíacas, exceso de colesterol, estados de fatiga, tratamiento de arrugas, eccemas y psoriasis, e incluso neuropatías diabéticas.
Su forma de uso es versátil, pues el aceite de onagra forma parte de varios productos cosméticos y fitoterapéuticos. Puedes ingerirlo en cápsulas, en perlas que llevan dentro el aceite, en infusión o aplicarlo directamente sobre la piel. Recuerda mantenerlo en lugar fresco y seco, lejos de la luz del sol.
No se conocen efectos tóxicos, pero debe administrarse con cuidado en personas con problemas de coagulación sanguínea por su actividad a nivel de las plaquetas. Se han dado casos de convulsiones en personas con predisposición. Debes evitarlo durante el embarazo y la lactancia.
Suele recomendarse el aceite de onagra –bajo control del especialista- a mujeres que sufren con su menstruación (durante la segunda mitad del ciclo menstrual) o que se acercan a la menopausia, pues es un buen regulador hormonal, con actividad antiinflamatoria y antirreumática. Además, actúa como tónico del sistema digestivo y nervioso y tiene propiedades nutritivas.
Puedes encontrarlo en centros especializados, normalmente como único componente aunque puede presentarse con otros que potencien su actividad. Lo más adecuado es acudir a un centro sanitario y elegir un producto que cumpla con todas las garantías que la ley determina.
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