La controversia sobre su existencia

Muchos psiquiatras consideran que no existe, que simplemente es un desajuste temporal de hábitos y que, poco a poco, nuestro organismo vuelve a adaptarse al ritmo habitual, desapareciendo ese desánimo. Cuando se mantiene en el tiempo (más de dos semanas) o se manifiesta de manera muy intensa, algunos hablan de síndrome posvacacional.

¿Cuáles son sus síntomas?

Entre la sintomatología se habla de debilidad generalizada, cansancio, desmotivación, pérdida de apetito, tristeza, angustia, reducción de la concentración, cambios bruscos de carácter, irritabilidad, insomnio, problemas musculares (contracturas, etc.), molestias gástricas (ardor de estómago, malas digestiones, etc.)

¿A quienes afecta?

El perfil de quien padece el síndrome sería: varón, de 25 a 40 años, con un trabajo que implica contacto directo con el público. Los colectivos más afectados son médicos, funcionarios y periodistas y personas que realizan trabajos poco satisfactorios y en los que se ven muy implicadas como ocurre con las amas de casa.

¿Qué lo provoca?

Los factores que inciden son numerosos. Destacaríamos:

• El carácter del individuo (afecta más a las personas sensibles, perfeccionistas, idealistas u obsesivas).
• El trabajo: relaciones con jefes y compañeros, puesto, nivel de estrés, implicación en la empresa, etc.
• El grado de satisfacción de las vacaciones, en el sentido de que es un momento muy deseado en el que se han puesto muchas ilusiones y el resultado puede gustar o no.

Cómo evitarlo

Sé positivo y convéncete de que es un "mal momento" que puedes superar con un pequeño esfuerzo. Te avanzamos unos consejos que te ayudarán:

1. Planifica bien tus vacaciones y disfrútalas al máximo, haciendo lo que te apetezca: leer, dormir, pasear, nadar, bailar, etc.
2. Divide las vacaciones en dos períodos diferentes para poder desconectar en momentos distintos. Reserva algún día para resolver asuntos que requieran tu atención directa.
3. Olvídate completamente del trabajo, lo que se conoce como "desconectar"; apaga el móvil, el portátil, no hables de temas laborales, etc.
4. No imagines que los problemas en el trabajo van a estar resueltos cuando vuelvas de vacaciones. No te crees unas expectativas imposibles.
5. Haz un retorno progresivo. No te incorpores al día siguiente, necesitas una adaptación.
6. Relativiza lo que sientes. Simplemente has de readaptarte a la nueva situación.
7. Busca nuevos objetivos intentando motivarte con lo que vas a lograr y no pensar en lo que no puedes conseguir.
8. Disfruta de un rato de ocio diario y no hagas del fin de semana una continuación de la semana.
9. Pide ayuda a tu familia, pareja, amigos, etc. si percibes estas sensaciones negativas de desánimo. Su apoyo es muy importante para recuperar tu bienestar.
10. Cuida tu salud y evita hábitos nocivos: alcohol, tabaco, dieta inadecuada, etc.
11. Haz deporte todo el año. Elige el que más te guste y mejor se adapte a tus condiciones físicas.
12. Si te apetece algún cambio, es el momento. Date una alegría: comprar ropa, planificar las películas que quieres ver, un baño de espuma, etc.