Entrar en un entorno de realidad virtual es entrar en un mundo de fantasía en el que se pueden desarrollar aplicaciones prácticas, o bien acceder a mundos que cuelgan puramente de nuestra imaginación.

Videojuegos inmersivos donde luchamos con espadas de luz contra Darth Vader, o bien una demostración virtual de cómo será nuestro futuro domicilio cuando de este ni se ha puesto todavía la primera piedra, son algunas de las aplicaciones que emplean la realidad virtual. También la formación de los futuros profesionales de la medicina se aprovecha de este recurso.

Fundamental Surgery es la única plataforma de aprendizaje virtual para futuros cirujanos que -según informan desde la misma- es reconocida por la AAOS (Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos, por sus siglas en inglés) y el Royal College of Surgeons inglés.

Obviamente, dicha forma de aprendizaje no sustituye las prácticas con cadáveres reales y la experiencia que se gana operando a pacientes de verdad, pero permite asentar facetas que le serán muy útiles al cirujano a la hora de ejercitar sus conocimientos con una persona de carne y huesos, como la memoria muscular.

El sistema de aprendizaje soporta un completo entorno virtualizado que simula el quirófano, el paciente e incluso las herramientas, y que es capaz de devolver una respuesta háptica, de forma que el usuario se sienta como dentro de un quirófano real, con los mismos sonidos y respuesta táctil/de fuerza.

Las lecciones y prácticas en realidad virtual presentan otra ventaja: es posible seguirlas en cualquier momento y cualquier lugar en el que los alumnos quieran o puedan. De esta forma es posible, por ejemplo, practicar en casa un fin de semana.

Sobre el hardware necesario para poder entrar al entorno de formación y seguir los contenidos, tenemos dos posibilidades: utilizar gafas y dispositivos hápticos ligados a un ordenador PC y sin capacidad de procesamiento propia en las gafas, o bien unas gafas stand-alone, que no requieran ir conectadas a nada.

Para el primer caso, podemos emplear unas Oculus Rift o Rift S, HTC Vive/Pro/Eye tracking, o dispositivos de realidad virtual compatibles con la plataforma de Microsoft, como las Dell Visor, Lenovo Explorer, o HP Reverb entre otras.

También necesitaremos un par de dispositivos hápticos para las manos, concretamente los Geomagic Touch y, en la parte del PC, un equipo potente, con un micro Core i7 de Intel, una tarjeta Nvidia RTX2070, 16 GB de memoria RAM, y una unidad de almacenamiento interno de 500 GB.

Si optamos por prescindir del ordenador y nos decantamos por unas gafas de realidad virtual que tengan la capacidad de procesamiento integrada, podemos recurrir a las Oculus Quest o las HTC Vive Focus Plus.