Una dieta no tiene que resultar tan sumamente estricta y difícil de seguir para alcanzar nuestros objetivos. Incluso algunas personas son capaces de renunciar a su vida social con tal de que su dieta no se vea afectada, pero tampoco hay que ser tan intransigente.

Una cosa es segura, hay que prestar atención a lo que comemos cada día, pero siempre podemos permitirnos un capricho de vez en cuando. De hecho, nuestro cuerpo lo agradecerá. Así, se renovarán nuestras fuerzas y nos será más fácil seguir la dieta.

Estamos hablando de saltársela unos 2 o 3 días al mes. De ese modo, tu fuerza de voluntad aumentará para seguir con ella. Además, tu organismo será más eficaz a la hora de quemar calorías.

Una dieta demasiado estricta puede no ser tan efectiva

Seguir una dieta tan estricta puede acarrear diferentes situaciones en las que los resultados no serán tan efectivos como imaginábamos:

• Una dieta tan precisa acabará por aburrirte. Muchas personas empiezan con muchas ganas, pero al poco tiempo terminan abandonando porque su alimentación les termina cansando.
• El cuerpo se acostumbra. Al cabo de unas semanas, tu organismo terminará por entrar en modo rutina e interpretar tu dieta baja en calorías como una amenaza. De ese modo, lo siguiente que hará será intentar no perder más calorías de las necesarias y hacer justo lo contrario a lo que persigues.

Si no abandonamos nuestra dieta significa que estamos siguiendo un plan nutricional adecuado, que nos permite el lujo de tener pequeños caprichos.

Beneficios de saltarse la dieta

Ser indulgentes de vez en cuando está muy bien, principalmente porque seguir un plan de alimentación bajo en calorías puede provocar estrés y mal humor.

• Activar el cuerpo. Tomarse un capricho conlleva más calorías, algo a lo que el cuerpo ya no está acostumbrado. Su reacción se traducirá en una mayor actividad, lo que resulta positivo para no caer en la rutina de la que hemos hablado antes.
• Procura no excederte demasiado. El día que decidas saltarte la dieta, aumentarás la cantidad de calorías, es lógico, pero tampoco debes pasarte pues tus progresos no se vean en peligro.
• Pasar de la dieta de vez en cuando te ayudará a no caer en el picoteo. Además, es posible compensar el aumento de calorías para que tu cuerpo no se resienta demasiado. Prueba a salir a caminar más tiempo del habitual y no habrás perdido nada.
• Tu organismo aprenderá a ser más eficiente, pero además reducirás la ansiedad. Concederte ese capricho tan deseado no cuesta tanto y te ayudará a añadir fácilmente los hábitos de tu dieta en tu día a día.

Darse un capricho de vez en cuando no significa tirar todo por la borda, más bien todo lo contrario, facilitará el proceso. Simplemente no caigas en la monotonía y evita las dietas aburridas. Estas no funcionan y suscitan el abandono.

Otra cosa importante, intenta que los caprichos no consistan únicamente en comida basura y cada vez que te permitas el lujo de hacerlo, aporta algo de fibra para eliminar la grasa sobrante.