Nuestras conductas, especialmente las actividades agradables que desempeñamos, afectan a nuestro estado de ánimo. Cuando reducimos nuestro nivel de actividades agradables nuestro estado de ánimo empeora. Al sentirnos más decaídos, nos falta energía para hacer cosas y ya no disfrutamos como antes. Al hacer menos actividades agradables nuestro estado de ...
Nuestras conductas, especialmente las actividades agradables que desempeñamos, afectan a nuestro estado de ánimo. Cuando reducimos nuestro nivel de actividades agradables nuestro estado de ánimo empeora. Al sentirnos más decaídos, nos falta energía para hacer cosas y ya no disfrutamos como antes. Al hacer menos actividades agradables nuestro estado de ánimo empeora todavía más, con lo que hacemos menos cosas, nos sentimos más deprimidos y así sucesivamente, creando un círculo vicioso.
Si deseamos mantener nuestra salud debemos romper este círculo vicioso y hacerlo girar en sentido contrario siguiendo unas pautas muy sencillas:
-Podemos cambiar nuestros sentimientos cambiando nuestras conductas.
-Empezando a hacer más actividades agradables nos sentiremos mejor.
-Cuanto mejor nos sintamos, más nos apetecerá realizar actividades agradables, más energía tendremos, y más las disfrutaremos.
-El estado de ánimo mejorará, poco a poco.
-Nos sentiremos llenos de vitalidad, satisfacción, alegría.
Planificar actividades agradables es fundamental. Necesitamos encontrar actividades agradables que se puedan ajustar a nuestra vida, para llenar el día con pequeños momentos agradables que mejoren nuestro bienestar. Al comenzar a introducir actividades agradables, volvemos a activarnos progresivamente. Los efectos no son inmediatos, pero en unas semanas comenzarás a sentirte mejor.
El primer paso será elegir qué actividades son agradables para uno mismo y planificar su ejecución. Cada persona tiene sus propias preferencias. Los sucesos agradables deben ser "divertidos" o relevantes para uno. No es necesario que las actividades agradables sean especialmente elaboradas. Pueden ser internas o externas y el nivel de actividad agradable que cada uno necesita es individual.
Sería recomendable organizar actividades agradables fuera de casa porque:
-Nos permite recibir nuevos estímulos, "tomar aire fresco".
-Esas actividades nos permiten estar físicamente más activos.
-Salir de casa nos facilita estar en compañía de otras personas.
-Nos ayuda a desconectar de nuestras preocupaciones diarias.
En la lista de actividades agradables para hacer fuera de casa es recomendable incluir:
-Actividades agradables que sean realistas y que puedas hacer. Son "vitaminas emocionales" que nos ayudan a sentirnos felices. Por ejemplo, pasear por un lugar bonito o compartir un café con alguien que nos haga sentir a gusto.
-Actividades agradables que puedas hacer más a menudo. Se refiere a actividades que ya estás realizando y te agradan, pero que podrías hacer más a menudo.
-Actividad física. Incorporar entre tus actividades agradables fuera de casa alguna actividad física como caminar, practicar algún deporte o ir a un gimnasio resulta muy positivo. No olvides que la actividad física ayuda a reducir los síntomas depresivos.
-Actividades agradables en compañía. Las actividades agradables fuera de casa son más placenteras si las realizas en compañía. Intenta disfrutar de temas gratos como recuerdos positivos o amigos comunes sin hablar de temas relacionados con la tristeza o los problemas que te agobian.
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