En Perú existen más de 6.500 variedades de patatas. En España no llegamos a tanto, pero sí hay unas cuantas. Entre las más habituales en nuestras tiendas destacan la patata agria – oscura y alargada-, la Kennebec, que es de piel gruesa y manchada pero interior más blanquecino; la monalisa, ...
En Perú existen más de 6.500 variedades de patatas. En España no llegamos a tanto, pero sí hay unas cuantas. Entre las más habituales en nuestras tiendas destacan la patata agria – oscura y alargada-, la Kennebec, que es de piel gruesa y manchada pero interior más blanquecino; la monalisa, que es dorada y brillante; o la vitelotte, que tiene un color similar a la col lombarda.
Si vas a freír y quieres grandes resultados, decántate por la patata agria. En cambio su quieres usarla para un buen guiso, sin duda, tu patata es la Kennebec, también conocida como "la patata gallega", ya que en España se produce principalmente en esa zona.
Si te gusta una buena ensaladilla rusa, opta por la variedad spunta y para añadir color a tu plato no te dejará indiferente la vitelotte. La variedad monalisa es muy polivalente y te servirá para hornear y guisar.
En función de cuando se cosechan, existe otra clasificación. Las patatas puedes ser nuevas o viejas, según la estación. Las patatas nuevas o tempranas se cosechan antes del que sería su tiempo de maduración normal. Lo normal es que se recojan entre el mediados de abril y el mediados de julio. El resultado es que aguantan menos tiempo y son más frágiles. Son ideales para freír.
Las patatas de temporada son aquellas que se recogen entre junio y septiembre. Tienen un tamaño mayor y, como característica principal, son más versátiles, puesto que sirven para hornear, freír o cocer. Finalmente, las patatas viejas son aquellas que se recogen cuando finaliza el proceso normal de maduración, que suele ser entre septiembre y enero. Este tipo de patata es ideal para cocer o para guisos por la textura de la carne y porque tienen una mayor proporción de almidón.