Aunque su nombre científico es queilitis angular, se denominan boqueras a las heridas en la comisura de los labios que aparecen en forma de pequeñas e incómodas lesiones, normalmente como grietas o pequeñas fisuras. Quienes las padecen comentan la presencia de dolor y escozor al mover la boca (simplemente para ...
Aunque su nombre científico es queilitis angular, se denominan boqueras a las heridas en la comisura de los labios que aparecen en forma de pequeñas e incómodas lesiones, normalmente como grietas o pequeñas fisuras. Quienes las padecen comentan la presencia de dolor y escozor al mover la boca (simplemente para sonreír) o al ingerir ciertos alimentos y bebidas.
Pueden presentarse en cualquier grupo de población y a cualquier edad, pero son más frecuentes en los mayores y en los niños. Además, puede ser bilateral o unilateral, según se produzcan en los dos o en un único lado del labio.
Su aparición sigue una progresión. Suele empezar con una descamación y enrojecimiento en uno o ambos lados de los labios. Posteriormente, se forman ligeras erosiones en la zona afectada, que suelen estar recubiertas por una capa de color amarillo o blanco característica. Si las lesiones profundizan a través de la piel pueden producirse sangrados localizados en la zona afectada.
Los pacientes describen, como síntomas más frecuentes, una sensación de tirantez local al mover la boca y dolor al ingerir alimentos o bebidas ácidas o, simplemente al abrir la boca para beber o bostezar.
Las causas de aparición son múltiples y variadas y suelen estar interrelacionadas. Podemos destacar:
El diagnóstico debe realizarlo el médico y valorar la gravedad de la lesión y las causas de su aparición. Es importante descartar la presencia de otras patologías como la diabetes, la anemia o la candidiasis oral.
El tratamiento dependerá de la causa desencadenante y se orientará a eliminarla. Así:
De manera general, para favorecer la curación se recomienda:
Siempre que se deban a un proceso infeccioso causado por bacterias u hongos, es posible el contagio por contacto. Por ello, se recomienda que la persona afectada evite besar, beber o compartir cubiertos con otros.