Comencemos por las italianas, las de toda la vida, son ideales para preparar café tanto si cuentas con una cocina de hornillos como vitrocerámica. Su proceso es sencillo, basta desenroscar, llenar de agua el depósito, echar el café molido dentro del embudo y volver a enroscar. Poner al fuego y esperar que se haga. Esta se encarga de elaborar el café a través del vapor de agua. El resultado será un café con mucho cuerpo. Se trata de una cafetera económica, duradera, fácil de usar y que no requiere apenas mantenimiento, tan sólo cambiar la goma y el filtro de la cafetera al cabo de un tiempo. Pero para conseguir el café perfecto tienes que poner en práctica una serie de consejos, tal y como desvela El Comidista en el siguiente vídeo hay que desterrar el café torrefacto, prestar atención al color de los filtros y utilizar agua mineral, entre otros.

Si este proceso te parecía más que sencillo, en el caso de las de émbolo o de pistón ya ni te cuento. Se podría decir que aún es más económica que la anterior. Necesitarás también agua y café molido para su utilización. Para obtener mejores resultados es mejor que lo muelas en el mismo momento en que lo vayas a hacer, ya que así no perderá su sabor. Este modelo es manual, no hace falta ponerlo al fuego ni tampoco conectarlo a una toma de corriente para que funcione. Primero tendrás que calentar el agua previamente en un cazo, pero sin que llegue a hervir. Retirar el pistón, echar el café molido y por encima el agua, remover, dejar reposar y bajar el pistón. Cuanto más tiempo dejes el café en reposo más se potenciará su sabor. Si te gusta el café menos amargo, lo mejor es que no le dejes mucho tiempo. En el siguiente vídeo podrás ver todo el proceso para no perder detalle:

Otra de las recurrentes son las de goteo o de filtro, que disponen de un depósito para el agua y otro para el filtro, en el que se coloca el café molido. El proceso de ejecución también es fácil, tan sólo hay que verter agua y café en la parte correspondiente, pulsar el botón y la mecánica hará el resto. Una vez que rompa a hervir, irá cayendo de forma progresiva el líquido en la jarra gota a gota. Gracias a la base en la que está situada esta jarra podrás tener a mano el café caliente por más tiempo. Es ideal cuando quieres disponer de una mayor cantidad de preparado. Algunas cafeteras ya suelen traer un filtro de serie, pero en el mercado también hay packs con filtros de papel, que tendrás que ir cambiando en cada uso.

Con las de cápsulas podrás consumir diferentes variedades de café, chocolate e infusiones en un abrir y cerrar de ojos, ya que hay que colocar la cápsula correspondiente en la máquina, echar agua en el depósito y presionar un botón. Las cápsulas vienen selladas herméticamente en packs, ofreciendo un sinfín de bebidas, pudiendo elegir la que más te guste dependiendo del momento en el que te encuentres.

Foto de Ketut Subiyanto en Pexels.

Pero parece que hoy en día las que van ganando terreno son las cafeteras express, consiguiendo el sabor, aroma y textura del café de cafetería en tu propio hogar. Te sentirás como una perfecta barista. Con este modelo eléctrico podrás preparar un café espresso en tiempo récord, calentando la leche con una capa de espuma gracias al capuchinador que traen incorporado. Algunos modelos suelen traer un termo de acero inoxidable incorporado para poder degustar tu bebida favorita allá donde vayas sin que pierda su sabor ni su temperatura.

Y la joya de la corona son las cafeteras superautomáticas, que recogen lo mejor de los de los dos mundos: pueden molinar el café por sí mismas al instante, ya que disponen de un molinillo incorporado, concentrando todo su aroma y sabor, por lo que elevan la experiencia barista a un nuevo nivel. Son fáciles e intuitivas, pudiendo elegir entre diferentes variedades de café (expresso, americano, cappuccino, etc.) y tomando el control sobre la temperatura, cantidad e intensidad. Son un poco más caras que las anteriores.