Sinead O´Connor fue, quizás, una de las primeras famosas que se atrevieron a lucir una cabeza afeitada, aunque después le siguieron otras. Actrices como Demi Moore, en G.I. Jane (1997) o Natalie Portman, en V de Vendetta (2006), se raparon por exigencias del guión. En los últimos años, les han seguido otras celebrities, ya sea por probar o para ajustarse más al papel que debían interpretar en el cine o en televisión. En los últimos meses, el estreno de Unorthodox ha vuelto a poner de moda el rapado y el mensaje secreto que esconde.

La cabeza rapada expresa rebeldía, e ir "contra el sistema o lo establecido" desde el punto de vista social. Sobre todo, si se trata de una mujer que decide desprenderse de su larga y espectacular cabellera. Asimismo, el pelo rapado está asociado a personas señaladas por los demás. Por eso, afeitarse la cabeza representa, también, una declaración de intenciones. Sin duda, la más importante es que esa persona se halla inmersa en un proceso catártico.

En términos de imagen, el pelo muy corto nos impresiona, ya que intensifica la mirada y hace que el rostro gane protagonismo.

Morir para renacer

Para permitir que algo nuevo nazca, debemos dejar que lo viejo muera. Es la máxima que regula el ciclo de vida. "Raparse el pelo, tratarlo como si hubiéramos borrado lo que habíamos escrito en él, es una forma muy plástica de expresar que estamos iniciando algo nuevo. No hay nada tan original y puro como una raíz. O una fibra sin pasado, solo importa el presente y la esperanza de un futuro. De ahí surge el dicho que hace referencia a arrancar algo de raíz", explica Raquel Saiz, de Salón Blue de Torrelavega (Cantabria).

Reconstruir una nueva identidad

En la serie Unorthodox, el rapado de Esther "Esty" Schwartz, aflora una ruptura con su pasado, la desvincula de una forma de habitar el mundo. La protagonista huye de un matrimonio arreglado y de la comunidad judía ultraortodoxa jasídica de Brooklyn (Nueva York). "Un rapado funciona como una puerta que se cierra. Equivale a finalizar una etapa y abrir otra, como se escenifica en la serie. En Unorthodox, la protagonista acaricia su nuevo corte como un modo de acoger su nueva identidad, la que ha escogido libremente. Por eso, raparse el pelo es dejar caer lo que ya no nos sirve para que crezca lo que aflora", asegura Rafael Bueno, de Rafael Bueno Peluqueros desde Málaga.

La libertad se mide en corto

Desprendernos de lo que nos ata para sentirnos libres, acaba afectando a nuestra imagen. Eso es lo que lleva años reivindicando Sinead O´Connor, la precursora de estas causas rebeldes. "Una mujer con el pelo rapado sigue sorprendiéndonos, quizá no estemos acostumbrados, pero sin duda sabemos que es un acto de valentía, de reafirmación de sí misma. Es lo que hizo en su momento Sinead O´Connor mientras cantaba en un primer plano, mirándonos a los ojos. Cuando no te importa perder, eres libre.", defiende Felicitas Ordás, de Felicitas Hair desde Mataró.

Liberarse de lo superfluo

Cortar por lo sano siempre ha sido una garantía de éxito. Una prevención para alejar lo que nos perjudica. Eso es lo que significa el rapado de la protagonista de la serie Podría destruirte. "El rapado en la serie tiene un significado muy especial. Con él la protagonista se muestra metafóricamente desnuda, es el reflejo de un acto íntimo que se materializa en el pelo y que le permite renacer, resurgir. Para asegurarse que todo va bien, elimina lo que ya no le funciona para que nada distraiga o interfiera en este proceso que es toda una resurrección.", declara Charo García, de Salón Ilitia desde Valmaseda (Cantabria).

Desmarcarse del camino prestablecido

Cuando no te sientes a gusto entre los muros de lo prestablecido es normal que busques nuevos caminos hasta encontrar tu espacio. Eso parece haberle pasado a Charlene de Mónaco tras su último cambio de look. "El cambio de imagen de Charlene trasciende el rapado porque lo acompaña de diferentes largos en un intento de romper con la simetría, lo esperado e incluso lo correcto. No se trata tanto de romper con el pasado, sino de reafirmar su personalidad, de sorprender y llamar la atención, sobre todo viniendo de la realeza en la que las normas están muy marcadas", defiende M.ª José Llata, de Peluquería Llata Carrera desde Santa Cruz de Bezana (Cantabria).