Cualquier lugar es el idóneo para dejarse llevar por esta tendencia, ya que puedes instalar tu propio pícnic particular en el exterior de tu hogar, desplazarte hacia una zona verde de la ciudad o pueblo, ir hasta el parque, el río o la playa, incluso en la montaña, por lo ...
Cualquier lugar es el idóneo para dejarse llevar por esta tendencia, ya que puedes instalar tu propio pícnic particular en el exterior de tu hogar, desplazarte hacia una zona verde de la ciudad o pueblo, ir hasta el parque, el río o la playa, incluso en la montaña, por lo que no existen excusas para no hacerlo. Y el momento lo eliges tú, ya que no hay uno preestablecido: desayunar, trasladar el brunch al campo, picotear, comer, merendar o cenar. Es un plan alternativo a las aglomeraciones, a los espacios cerrados y a las medidas impuestas por el Covid-19, que no permiten que se exceda el número de seis personas tomando algo en una terraza y en una misma mesa. Las familias ven en esta nueva moda una vía de escape para preservar el distanciamiento social, respirar aire puro rodeados de paisajes de ensueño desmarcándose de la rutina. Pero también es ideal para poner en práctica con compañeros de trabajo, amigos o en pareja.
Si nunca has tenido la oportunidad de llevar a cabo esta excursión gastronómica a la intemperie, presta atención a todos los elementos necesarios para llevar a cabo un pícnic con éxito. Lo primero es buscar una buena sombra debajo de un árbol, en el caso de no haberla vete preparada con una tienda de campaña, un toldo o una sombrilla. No está de más, que lleves gafas de sol, un sombrero o gorra y crema solar. Después, de elegir el sitio en el que estableceréis vuestro campamento, coloca una manta o mantel de tela en el suelo. Transporta la comida en una cesta, bolsa o mochila y las bebidas en una nevera isotérmica como la que llevas cuando vas a la playa, o los termos de acero. Para conservar los alimentos apuesta por los táperes de cristal y no te olvides de los cubiertos, servilletas y vasos. Y por supuesto, juegos de mesa, cartas, libros y también sirve improvisar alguna que otra actividad popular como el pañuelo, el brilé o balón prisionero, y el escondite inglés, por ejemplo. Ya verás como tus hijos lo pasarán en grande.
Pero, ¿qué es lo más recomendable para llevar de comer? Depende, puedes arreglártelas con unos sándwiches variados, frutos secos, tortillas, ensaladas vegetales, de pasta, ensaladillas, frutas y yogures, o apostar por algo más elaborado, como croquetas, quiches, cremas, albóndigas, zumos naturales, y postres caseros (bizcochos, tartas, mousse, etc.). Esto irá en función del tiempo del que dispongas para prepararlo, de las comidas que os gusten y de la logística de transporte, porque no es lo mismo ir en coche y tener todo el sitio del mundo para el almacenaje, que hacerlo andando o en bicicleta.
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