No resulta fácil dar una respuesta a esta pregunta que ha generado una importante alarma entre la población general. Los estudios no son concluyentes y los expertos señalan la necesidad de implementar un mayor número para lograr indicaciones precisas y coherentes. La vitamina D es una vitamina liposoluble imprescindible para que ...
No resulta fácil dar una respuesta a esta pregunta que ha generado una importante alarma entre la población general. Los estudios no son concluyentes y los expertos señalan la necesidad de implementar un mayor número para lograr indicaciones precisas y coherentes.
La vitamina D es una vitamina liposoluble imprescindible para que el organismo pueda funcionar de manera adecuada. La cantidad debe ser adecuada en función de la edad y la etapa vital en la que nos encontramos. De manera general, los niveles adecuados de vitamina D se situarían por encima de 30 ng/ml de sangre, que suponen un aporte diario de entre 800 y 1.000 Unidades Internacionales.
En este momento de pandemia covid, algunos especialistas indican la necesidad de incrementar los niveles de vitamina D en la población general y en los pacientes covid en particular. Plantean que la dosis adecuada sería de 4.000 Unidades Internacionales diarias en adultos sanos, considerando el umbral mínimo de 2.000 Unidades Internacionales.
Los partidarios de esta teoría se centran en que el impacto en la función inmunológica de la vitamina D es determinante para comprender su importancia. Varios estudios coinciden en que niveles más altos de vitamina D están asociados con tasas más bajas de infección y menor riesgo de hospitalización, UCI o muerte.
Los detractores señalan que no existe suficiente evidencia científica que apoye el aumento de la ingesta de vitamina D para prevenir o combatir al coronavirus. Se basan en la idea de que el exceso de vitamina D puede ser tóxico, pues es una vitamina liposoluble que puede acumularse en el organismo y que no se ha confirmado que el posible beneficio supere al riesgo.
La principal fuente de vitamina D es el sol. Se recomienda una exposición solar de entre 10 y 15 minutos 3 veces a la semana, pues se cree que así se obtiene entre el 50 y el 70% de la necesaria para alcanzar los niveles que el organismo necesita para su correcto funcionamiento.
Además, algunos alimentos de consumo habitual contienen vitamina D, aunque su biodisponibilidad esté más reducida. Un ejemplo sería el salmón que contiene 360 Unidades Internacionales por cada 100 gramos. Otros como la leche, los yogures, las bebidas elaboradas a base de avena, arroz o soja presentan vitamina D añadida en una proporción aproximada de 100 UI por cada vaso.
Los expertos señalan que no está demostrado que consumir suplementos de manera indiscriminada sea la única opción para incrementar los niveles de vitamina D en el organismo. Solo puede prescribirlos el médico y no debes automedicarte en ningún caso. En relación a la pandemia covid, continúan los estudios científicos para determinar la actuación correcta que deben seguir las autoridades sanitarias.
Mientras tanto, lo recomendable es acudir a la consulta médica y que allí nos indiquen lo que resulta adecuado para nuestra situación particular.