Los cactus se componen por un tallo de color verde y poseen hojas espinosas. En sus tejidos almacenan el agua y los nutrientes, lo que le permite adaptarse a cualquier hábitat. Algunos hasta llegan a florecer mostrando unas vistosas y coloridas flores. Son ideales para decorar cualquier estancia de tu ...
Los cactus se componen por un tallo de color verde y poseen hojas espinosas. En sus tejidos almacenan el agua y los nutrientes, lo que le permite adaptarse a cualquier hábitat. Algunos hasta llegan a florecer mostrando unas vistosas y coloridas flores. Son ideales para decorar cualquier estancia de tu hogar, incluso también son recomendados para que luzcan en el exterior. Estas plantas demandan la luz solar, así que busca una zona de la casa donde pueda recibir los rayos solares para favorecer su conservación y crecimiento. A poder ser que no sea un espacio húmedo, ya que son más propicios de las zonas secas.
No requieren agua en exceso, no son plantas que tengas que regar de forma continuada y tampoco es bueno que eches mucha cantidad porque podrías ahogarla llegando a perderla. Lo ideal es que lo hagas pasados unos días, cuando veas que la tierra de tu maceta esté seca. En cuanto al abono, en el mercado existen abonos especiales para cactus, debiendo utilizarlo en primavera y verano. A la hora de elegir el sustrato busca uno que drene bien, puedes adquirir uno especial para este tipo de plantas o hacerlo tú misma.
La maceta también influye, hazte con una de arcilla o cerámica con agujeros que le ayude a drenar bien el agua para que está no se apelmace. Si necesitas realizar un trasplante de tu planta, debido a que esta ha crecido y necesita un espacio más amplio para desarrollarse, porque el recipiente en el que ha venido se le queda pequeño y no tenga el sustrato adecuado o, simplemente, porque le hayan aparecido hijuelos y quieras separarlos para que se desarrollen, tal y como indican en el canal de Ecología Verde.
Comienza poniéndote unos guantes que te protejan, separa la tierra de la maceta para evitar que el cactus se dañe, extráelo poco a poco de la maceta, retira la tierra de sus raíces, podando aquellas que estén en mal estado. Tras estos pasos, deja que tu planta seque al sol entre cuatro y cinco días o aplica un fungicida en sus raíces. A continuación, en la nueva maceta pon una base de grava, encima de ella pon el sustrato especial para cactus dejando un hueco en el centro para colocarlo. Coge la planta con una mano, mientras te ayudas con la otra para rellenar de tierra hasta que este no se caiga y sus raíces queden cubiertas.
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