La meditación es una práctica ancestral que no se trata tan solo de mantenerse inmóvil, respirar profundamente y guardar silencio durante unos minutos. Meditar va mucho más allá. Hoy vas a descubrir que no únicamente hay una forma de meditar y que no todos los tipos de meditación persiguen el ...
La meditación es una práctica ancestral que no se trata tan solo de mantenerse inmóvil, respirar profundamente y guardar silencio durante unos minutos. Meditar va mucho más allá. Hoy vas a descubrir que no únicamente hay una forma de meditar y que no todos los tipos de meditación persiguen el mismo objetivo.
Meditar requiere de práctica y de disciplina si queremos beneficiarnos al 100 % de esta técnica. Hacerlo bien requiere algo de esfuerzo, pero a la larga, nos aporta innumerables beneficios para nuestra salud.
Nos ayuda a aliviar el estrés y la ansiedad encontrando la calma.
Tiene efectos muy positivos sobre la salud, ya que estimula el sistema inmunológico.
Aumenta nuestro autoconocimiento.
Mejora la capacidad de atención, de concentración y de memoria. Por ello, es tan beneficioso que lo practiquen los más pequeños.
Ayuda a mejorar las relaciones con los demás.
Reduce la sensación de dolor.
Ayuda a tener una actitud positiva y optimista frente a las situaciones cotidianas de nuestra vida.
A la hora de empezar a practicar meditación, podemos escoger entre una gran diversidad de tipos de meditación. Todas ellas nos aportan calma, sin embargo, la manera de realizarlas son distintas.
Meditación de Sonido Primordial: Es una técnica de meditación basada en los mantras, es decir, en repetir varias veces unas frases para llegar a un estado de relajación que nos ayude a meditar en profundidad. Los mantras son sonidos sagrados que poseen un gran poder armonizador. Repitiendo este mantra se crea una vibración que nos permite llegar a la calma y a la conciencia pura.
Meditación Insight: Nos ayuda a ver las cosas realmente como son y que se apoya sobre todo en la respiración consciente y en etiquetar pensamientos y experiencias a medida que surgen en nuestra mente y dejarlo pasar si juzgarlo.
Meditación Zen: Esta meditación se hace sentados en el suelo, con las piernas cruzadas, los ojos cerrados y los dedos de las manos en posición Mudra. Esta meditación también se centra en la respiración y en ir dejando pasar pensamientos. La diferencia principal es que, en este tipo de meditación la respiración está centrada en el vientre y no en la nariz como en la anterior.
Meditación trascendental: Esta meditación también se basa en los mantras aunque los que se utilizan en esta meditación y en la de Sonido Primordial son distintos, así como la manera de meditar y el tiempo recomendado para hacerlo.
Meditación Metta: Esta meditación estimula la empatía, la compasión y la bondad incondicional. Es ideal para personas con baja autoestima y que desean ser más empáticos con los demás.
Meditación Kundalini: Gracias a este tipo de meditación se despierta la energía Kundalini situada en la base de la columna vertebral. Cuando esta energía se libera, viaja por la columna vertebral y ayuda a lo que se conoce como el despertar kundalini que conduce a la iluminación.
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