El término sánscrito pranayama significa control de la respiración y designa los ejercicios respiratorios del yoga que conducen a la concentración y control del prana - energía contenida en la respiración dentro del organismo- así como en la meditación. Algunos de estos ejercicios son lo suficientemente simples como para que los ...
El término sánscrito pranayama significa control de la respiración y designa los ejercicios respiratorios del yoga que conducen a la concentración y control del prana - energía contenida en la respiración dentro del organismo- así como en la meditación.
Algunos de estos ejercicios son lo suficientemente simples como para que los puedas hacer por tu cuenta. De hecho, de eso se trata, que consigas memorizar y aprender algunas de estas respiraciones que te proponemos aquí para que tú misma puedas contar con sus beneficios cuando quieras y las veces que quieras.
No obstante, contar con un profesional de la salud como guía también puede ser beneficioso, especialmente si eres principiante. Lo más importante para empezar es asegurarte de estar sentada en una posición cómoda y con la columna vertebral recta.
Este es uno de los ejercicios de respiración más terapéuticos en el yoga. Inhala y exhala rápida y contundentemente (sin forzar) agitando el abdomen. Esto debe practicarse y hacer hasta 60 respiraciones por minuto.
Respiración alternativa de la fosa nasal (Nadi Shodhana). Comienza usando el pulgar derecho para cerrar la fosa nasal derecha e inhale a través de la fosa nasal izquierda. Contenga la respiración momentáneamente, cierre la fosa nasal izquierda y exhale a través de la fosa nasal derecha. Mientras mantiene la fosa nasal izquierda cerrada, inhale a través de la fosa nasal derecha. Luego, cierre la fosa nasal derecha y exhale a través de la fosa nasal izquierda. Esto completa una ronda, y el procedimiento se puede repetir hasta el número deseado de rondas.
Sentada con la espalda y el cuello rectos, inhala a través de ambas fosas nasales y exhala con fuerza (fuera de la nariz), seguido de inhalaciones pasivas ligeramente más lentas.
Cada respiración hacia afuera es impulsada por un poderoso empuje del abdomen a un ritmo de aproximadamente 60 respiraciones por minuto. Después de este empuje, el abdomen se relaja rápidamente, y la respiración fluye de regreso a los pulmones, retrocediendo de la fuerza de exhalación. Se trata de una respiración cuya La inhalación es suave y sin esfuerzo cuyos beneficios son muchos y se notan casi al momento.
La inhalación y la exhalación se realizan a través de la nariz a un ritmo lento pero continuado, con contracción parcial de la glotis, lo que produce un ligero ronquido sonoro. Además, debes tener en cuenta y notar el paso del aire a través de la garganta durante el ejercicio.
Este tipo de respiración se usa tanto para practicar yoga y ser más consciente de la práctica y para la meditación.
Después de una inhalación completa, tápate los dos oídos con los dedos índice. Exhala el aire a la vez que notas a través de tu garganta como sale el aire e imita el zumbido de una abeja.