Las patatas son uno de esos comestibles que no faltan en el menú. Sin ir más lejos, en nuestro país se consumieron en el año de la pandemia 1.486 millones de kilos. Este valor es superior al registrado el periodo anterior, en el que situaba en los 1.274, por lo ...
Las patatas son uno de esos comestibles que no faltan en el menú. Sin ir más lejos, en nuestro país se consumieron en el año de la pandemia 1.486 millones de kilos. Este valor es superior al registrado el periodo anterior, en el que situaba en los 1.274, por lo que existe una diferencia de 210 millones de kilogramos entre un año y otro, según Statista. Son ricas en potasio, fósforo y vitamina C, pero también están compuestas, por una parte, importante de agua, que llega casi al 80%. ¿Sabías que depende de cómo se prepare este tubérculo puede ser más o menos calórico? Por ejemplo, si se opta por hervirlas contienen "79 kcal por 100 g", mientras que, si se elige hacerlas asadas o fritas, esta cifra asciende a 101 o 289 kilocalorías, respectivamente, tal y como indican desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Tras esta breve introducción vamos a ponernos manos a la obra para elaborar las patatas suflé, ¿qué tiene de especial esta receta? Pues lo vistosas que quedan tras salir de la sartén. Tienen su origen en Francia, su textura es crujiente y su aspecto inflado. Las puedes servir como aperitivo y como acompañamiento de tus carnes o pescados. El secreto está en el corte preciso y la temperatura del aceite a la hora de freírlas. En el canal Las Recetas de MJ te dan todas las claves para conseguirlo. Recomiendan elegir "la patata agria".
Retira la monda de las patatas con un pelador, lávalas y corta los bordes hasta obtener un rectángulo. A continuación, corta las patatas con una mandolina o con un cuchillo. Las láminas deberán tener un tamaño de unos 3 milímetros. Sécalas con un papel de cocina para quitarles el agua. Prepara dos cazos con aceite, controla la temperatura con un termómetro. "La primera fritura deberá de estar entre 150 y 180ºC", aconseja la experta. Al lado de este, coloca otro recipiente con aceite a una "temperatura de 195ºC". Es importante que las vayas echando de una en una y que remuevas el cazo mientras se van haciendo. En el primer cocinado tendrán que estar entre 5 y 8 minutos. Una vez transcurrido este tiempo, pásalas para el otro recipiente y verás como empiezan a transformar su aspecto y adquirir un mayor volumen.
Una variedad que no debe faltar en tu espacio culinario es la violeta. Este llamativo color la acompañará desde su parte externa a la interna. Destaca por su textura mantecosa y suave y gracias a su original aspecto dará un valor añadido a tus platos. En Aceites Coosur se atreven con un primer plato.
Comienza con las patatas, pélalas, lávalas y córtalas en rodajas finas. Después, casca los huevos para un bol, echa sal y pimienta, bate todo con unas varillas y sin dejar de hacerlo vierte la nata por encima. Ahora prepara una fuente, engrasa su base con un poco de aceite, haz una cama de patatas, echa sal, la cebolla cortada en juliana, la panceta y el queso rallado. A continuación, cubre los ingredientes con la mitad de la mezcla anterior, vuelve a hacer otra capa y repite el proceso. Seguidamente, haz una última capa con las patatas, la sal, la mezcla de huevos y el queso. Cubre el molde con papel de aluminio y deja que se haga al horno a 180ºC durante 35 minutos.
Terminamos la selección con plato típico de Palencia que necesita dos elaboraciones: las patatas se rebozan y se fríen y después se terminan de cocinar en una cacerola. En Cocina Con Carmen explican cuáles son los pasos a seguir.
Primero corta las patatas en rodajas y pásalas para un bol. Tendrán que tener un centímetro de grosor. Añade un poco de sal y pon una sartén al fuego con aceite. Mientras se va calentando aprovecha para rebozar las patatas en harina y en huevo. Luego, fríelas y deja que se doren por ambas caras. Cuando estén hechas, pásalas para un plato. El siguiente paso será echar aceite en una cacerola e incorpora la cebolla picada. Al mismo tiempo haz el majado en un mortero, pon una pizca de sal, dos dientes de ajo y la cúrcuma. Machaca todo bien y una vez que la cebolla se sofría, deposita la harina y remueve. Además, deberás verter el vino blanco en el mortero y echar este preparado dentro de la cacerola. Cuando se evapore el alcohol, vierte encima el caldo de verduras o de pollo caliente y deja que hierva. Después, baja el fuego e introduce las patatas, añade el perejil y tendrán que estar haciéndose 10 minutos.
FOTO PRINCIPAL.: Foto de Boris Hamer.
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