Sientes desánimo, estás cansada desde que te levantas hasta que te acuestas, te inunda la ansiedad… todos estos síntomas son característicos del síndrome postvacacional. Un problema que, aunque suele ser pasajero, puede coartar tu día a día y hacer que la vuelta a tu vida después de vacaciones sea más ...
Sientes desánimo, estás cansada desde que te levantas hasta que te acuestas, te inunda la ansiedad… todos estos síntomas son característicos del síndrome postvacacional. Un problema que, aunque suele ser pasajero, puede coartar tu día a día y hacer que la vuelta a tu vida después de vacaciones sea más dura de lo esperado.
El síndrome postvacacional no puede considerarse una enfermedad propiamente dicha. Suele ser un trastorno temporal que no debería durar más de 15 días y que suele afectar a personas menores de 50 años. Sus síntomas suelen ser:
Agotamiento y cansancio sin haber hecho ningún sobre esfuerzo. Siempre se tienen ganas de dormir y descansar, aunque sea a primera hora de la mañana.
Dolor de cabeza sin causa aparente debido, generalmente, a la vuelta a los horarios, a los madrugones, al ruido…
Problemas de sueño a causa del estrés y los cambios de horarios.
Sensación de tristeza continua acompañada de melancolía, pereza y sensación de angustia.
Bajada de defensas y más predisposición a contraer infecciones.
Ten en cuenta que, si no pones remedio y luchas por superar rápidamente el síndrome postvacacional, puede causarte estrés agudo y ansiedad y, posiblemente, tengas que llegar a necesitar ayuda de un profesional.
Organiza la vuelta a la rutina. Planifícate y empieza a regular horarios una semana antes de volver a tu casa, a tu trabajo… Tu cuerpo y tu mente necesitan una adaptación.
No te olvides de dedicar unos momentos al ocio para los primeros días de regreso. No cambies tus hábitos de forma radical. Por ejemplo, si durante el verano veías una película todas las noches hasta altas horas de la madrugada, sigue haciéndolo pero avanzando horarios.
Recupera tus horas de sueño. No puedes dormir poco y rendir al 100%. El descanso es la base de una buena salud mental y física.
Huye de los pensamientos negativos, ¡sal del bucle! Cada vez que seas consciente de que te entristece pensar en los días pasados de vacaciones, intenta cambiar el sentimiento gris que te inunda.
Haz deporte para intentar tener tu mente despejada. Andar cada día 30 minutos a buen ritmo es una buena manera de cuidar cuerpo y mente no solo para acabar con el síndrome postvacacional, sino para tu salud física y mental en general.
Evita compañías negativas y poco enriquecedoras. Rodéate de gente que te contagie alegría y felicidad, y que ayude a entender que durante todo el año también hay muchos momentos de felicidad.
Mientras sufras síndrome postvacacional evitar tomar decisiones importantes. Si te sientes bajo de moral procura no tomar decisiones de peso hasta que no te sientas anímicamente mejor. Si no puedes eludirlo, pide consejo a alguien de confianza.
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