Si una pareja decide deja de convivir juntos, es porque la relación se encuentra muy deteriorada. En un ambiente que resulta complicado para ambos, la mejor opción es proceder a la separación o al divorcio de forma civilizada. Incluso existen demandas de mutuo acuerdo que facilitan mucho este proceso. Sin embargo, ...
Si una pareja decide deja de convivir juntos, es porque la relación se encuentra muy deteriorada. En un ambiente que resulta complicado para ambos, la mejor opción es proceder a la separación o al divorcio de forma civilizada. Incluso existen demandas de mutuo acuerdo que facilitan mucho este proceso.
Sin embargo, en muchos casos, una de las partes implicadas suele sufrir más por la separación, incluso en algunas situaciones, la otra parte ejerce mucho dolor y se sufre más de la cuenta. Estamos hablando de una pareja tóxica, que puede ejercer su influencia dañina en el otro miembro, sin que el resto de personas de su entorno sufran las consecuencias de su toxicidad, incluyendo a los hijos.
Cuando los padres se separan, los niños sienten que sus padres no vayan a estar juntos nunca más, pero no tiene que significar un trauma para ellos. Con el tiempo terminarán por asimilarlo, más aún si existe una relación cordial entre la pareja tras el divorcio y llegan al mejor acuerdo posible para que los pequeños puedan estar con su padre y madre por igual. Otra cosa diferente es si la relación es turbia y tras la separación existe enfrentamientos entre los padres.
El elemento clave que determina si la persona con la que convives es tóxica es si te hace sufrir. Si te crea inseguridad y malestar interior, repercute negativamente en tu autoestima o te crea miedos y temores, estás conviviendo con una persona que no te conviene en absoluto.
Una pareja puede pasar por ciertas dificultades, pero en las relaciones sanas son puntuales y se resuelven en poco tiempo, no llegando a afectar seriamente su estabilidad emocional. Sin embargo, si esa persona te intimida o consigue que no creas en ti, es algo que emocionalmente no te compensa.
Cuando la relación es buena y ambos piensan que la separación va a ser algo beneficioso, lo habitual es hacer esta comunicación juntos para que los niños puedan ver que sigue existiendo respeto y armonía entre la pareja. Sin embargo, cuando el ambiente es turbio, resulta más complicado hacerlo y lo habitual es comunicar la separación por separado.
Si te preguntas cuál es la manera de actuar más adecuada, toma nota de estos consejos:
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