El jackfruit es una fruta exótica que crece en Indonesia y Bangladés, donde también ha sido bautizada como yaca o nanca. Su peso se sitúa entre los 30 y los 50 kilogramos, es por ello que se la reconoce como la más grande del mundo. Está protegida por una capa ...
El jackfruit es una fruta exótica que crece en Indonesia y Bangladés, donde también ha sido bautizada como yaca o nanca. Su peso se sitúa entre los 30 y los 50 kilogramos, es por ello que se la reconoce como la más grande del mundo. Está protegida por una capa rugosa y verde, que casi se la podría comparar con una coraza de hierro, por lo dura que es. En su interior se encuentra una pulpa de color amarillo, muy carnosa y fibrosa, así como unas semillas. El sabor no deja indiferente a quien lo prueba, y muchos la comparan con una mezcla de otras habituales, como el plátano, la piña, el mango, y hay hasta quien se atreve a compararla con la carne, siendo muy apreciada en la gastronomía vegetariana por el juego que da a la hora de preparar hamburguesas, tacos, albóndigas o guisos. Además, puede ser empleada para hacer helados o batidos. Al igual que ocurre con el melón, sus semillas son comestibles. Por otra parte, la madera de su árbol se aprovecha para fabricar muebles.
Está formada principalmente por agua y destaca por su contenido en fibra, calcio, potasio y vitaminas. Es idónea para regular el tránsito intestinal y a pesar de que cuenta con un alto porcentaje de proteínas, no debe ser utilizada como un sustituto de la carne. Aunque es muy difícil encontrar la fruta propiamente dicha, en tiendas especializadas sí que es posible hacerse con ella. Viene envasada en tarros, en latas e incluso se ofrecen paquetes herméticos con la fruta ya seca. Asimismo, se puede adquirir la harina o las semillas por separado.
A la hora de cortarla retira primero la parte delantera con un cuchillo. Verás que ya desprende una carne pegajosa como el pegamento. Después pártela a la mitad, unta las manos y el cuchillo con un poco de aceite para evitar que se pegue la pulpa a ellas cuando la manipules y extrae la corteza del medio. Después, quita los gajos y las semillas y apártalos para unos recipientes. Haz lo mismo con la otra parte restante. En lo que respecta a las semillas, hay que lavarlas y cocerlas en agua entre 15 y 20 minutos. Tras este paso hay que escurrirlas, dejarlas enfriar y quitarles la cobertura blanca que las recubre, tal y como se muestra en el vídeo anterior.
FOTO PRINCIPAL.: Photo by Quang Nguyen Vinh.