El frío nos hace estar más perezosas y nos cuesta más practicar algún deporte o caminar. De hecho, nos suele parecer una imprudencia salir fuera de casa en pleno invierno, aunque se trate de una actividad que en sí misma resulta saludable. Sin embargo, debemos ser conscientes de que el sol ...
El frío nos hace estar más perezosas y nos cuesta más practicar algún deporte o caminar. De hecho, nos suele parecer una imprudencia salir fuera de casa en pleno invierno, aunque se trate de una actividad que en sí misma resulta saludable.
Sin embargo, debemos ser conscientes de que el sol ya no es tan molesto como en verano, y durante estos meses podemos disfrutar intensamente de él. Además, tienes que saber que caminar es muy beneficioso para la salud y que no debes temer al frío. Sin ir más lejos, supone una ventaja porque no sudamos y porque nos hace sentir menos cansados. Además, tomar aire fresco siempre viene bien y nos da energía.
Andar conlleva múltiples ventajas y el invierno no debe ser un impedimento para dejar de hacerlo. A través de este deporte ponemos en movimiento las piernas, lo que conlleva muchas ventajas físicas y mentales. No solo nos concede bienestar, sino que estimula nuestra capacidad reflexiva y nos ayuda a encontrar la inspiración que necesitamos, además de evitar el aumento de peso que tiene lugar durante el tiempo que dura el invierno.
Caminar mejora nuestra respiración y mantiene la alineación correcta de la espalda. Es un buen estímulo y evita el desequilibrio postural. Además, si decidimos combinarlo con un escenario natural, su fuerza curativa nos envolverá para que el entrenamiento diario sea aún mejor.
Caminar te ayudará a mejorar la circulación, aumentar el tono muscular, prevenir la osteoporosis y reducir las molestias causadas por el síndrome premenstrual.
La combinación de entrenamiento y frío aumenta el rendimiento corporal y el metabolismo aeróbico, dando como resultado las siguientes ventajas:
Una forma que puede ayudarte a la hora de salir a caminar cuando hace frío consiste en proteger los pies muy bien para que siempre estén calientes. Si antes de salir adviertes que están fríos, siempre es aconsejable realizar un baño con agua caliente y después someterlos unos segundos a agua fría para estimular la circulación. Una vez hecho, debes proceder a abrigarlos bien para empezar la marcha.
Si tienes la oportunidad de andar en plena naturaleza y tienes la ocasión de andar en la hierba o en la arena la playa, hazlo, aunque procura abrigarlos bien después para continuar con la caminata.
Andar en plena naturaleza te permitirá estimularte y tonificar el cuerpo a través del frío natural. Es algo que podrás sentir en tu interior, procurándote una sensación placentera que te llevará a pasear al aire libre más a menudo.