Cuando llegues al punto de encuentro te encontrarás con una puerta de rejas en el Paseo del Rector Esperabé 81-85 de Salamanca y un letrero titulado el Pozo de Nieve te dará la bienvenida. Te recomendamos que reserves la cita previa por Internet para no quedarte sin plaza, ya que ...
Cuando llegues al punto de encuentro te encontrarás con una puerta de rejas en el Paseo del Rector Esperabé 81-85 de Salamanca y un letrero titulado el Pozo de Nieve te dará la bienvenida. Te recomendamos que reserves la cita previa por Internet para no quedarte sin plaza, ya que se ofertan tan sólo dos pases diarios, uno a las 11:00 y otro a las 12:30 horas durante los sábados y los domingos. La visita es gratuita y una arquitecta participante en el proyecto de restauración y conservación de este monumento será la encargada de explicar con sumo detalle todo lo que debes saber sobre este curioso lugar, dividido en dos niveles, uno inferior y otro superior. Tras atravesar la entrada y subir unas escaleras, lo primero que verás será el magnífico pozo que da nombre a este espacio. Tiene una profundidad de 7 metros y tiempo atrás era utilizado para almacenar la nieve que procedía de las montañas, traído desde la sierra de Béjar empleando mulos. Una vez que lo depositaban en su interior, lo machaban con los pies para deshacerlo y que este se convirtiera en hielo. Posteriormente, a medida que se le iba dando forma, se tapaba con una capa de paja para garantizar su correcto estado. A partir de aquí, cualquier persona que necesitase un trocito de hielo para conservar sus alimentos se desplazaba hasta este rincón y lo compraba. Como antes no existían los frigoríficos era una forma de mantener frescos los productos. Una vez trascurrido ese periodo adquirirá otros nuevos usos, pero esos te los dejamos para que los descubras por ti misma. Fíjate bien en la bóveda de pizarra que está sobre tu cabeza, una construcción artesanal y con bajos medios que perdura hoy en día. Tras pasar la siguiente puerta accederás al jardín. Desde él podrás observar las vistas de la ciudad y a tus espaldas contemplar de cerca los restos de la muralla medieval o también conocida como Cerca Nueva y de un nuevo pozo.
A continuación, otra de las paradas de este recorrido serán las antiguas dependencias del que algún día fue el Convento de San Andrés y a un pasadizo secreto bajo tierra para llegar a las galerías subterráneas, que estuvieron recubiertas de agua en su día. Allí te esperará un nuevo e ilusionante hallazgo. Además, te adentrarás en unas antiguas caballerizas, donde examinar lo bien aisladas que están. Pero sin duda la guinda del pastel la pondrá la última parada de esta visita guiada, en la que los visitantes quedarán con un buen sabor de boca y tendrán ganas de saber más sobre lo que deparará este escenario en un futuro, puesto que existen partes que los arquitectos no han podido examinar aún.
FOTO PRINCIPAL.: Puerta de entrada al Pozo de Nieve.