Cada temporada va apareciendo un nuevo dulce que se hace viral en muy poco tiempo. Primero fueron los cronuts, aquellos que se creaban a partir de una combinación entre cruasán y donut. Se rellenaban por dentro y por fuera iban glaseados. Cuando se abrían a la mitad se podían observar las míticas láminas finas que dejan espacio entre ellas. Su aspecto exterior es similar a las glorias, pero sin el agujero central. Después llegaron los waffles que se hacían sobre una especie de gofrera y su masa estaba compuesta por pequeñas bolitas. Se le daba forma de cono y se introducía el relleno, que podía ser helado con frutas u otros toppings como crema de cacao, nata, galletas, nubes, chocolatinas, etc. Este dulce ser bastante contundente y lo recomendable es ir comiéndolo con una cuchara para evitar ensuciarnos mucho. Luego vinieron los helados cuyo cucurucho era un pez con la boca abierta y en su parte superior se introducía el helado y los adornos. Tampoco nos podemos olvidar de los `manolitos´, que cuentan con lo mejor del cruasán, pero en formato mini y pueden presentarse así o decorados con diferentes chocolates. Pero también hubo otras versiones relacionadas con este dulce, como el cruffin, cuyo nombre no da lugar a dudas: un cruasán muffin. Aunque la masa de esta pieza de repostería es la del cruasán, la manera de prepararla cambia porque además de tener un acabado distinto se cocina en el interior de un molde de muffin. También se rellena y lleva cobertura. Por su parte, el cruapán, sigue siendo un pan de molde por fuera, pero por dentro sorprende con la textura del cruasán. Hace poco conocíamos el croissant roll o croissant supreme. A diferencia de uno tradicional, que se construye a partir de un triángulo, este se construye a partir de tiras de masa y se van empatando las unas con las otras hasta crear un rollo. Se hacen dos agujeros en el hojaldre para introducir el relleno, que puede ser de chocolate o de crema, por ejemplo, y al mismo tiempo se decora con chocolate fundido o con crema de pistacho y frutos secos triturados.

Ahora ha llegado a nuestras vidas un nuevo inquilino y viendo las fechas en las que nos encontramos, en las que las temperaturas van en aumento, no puede venir en mejor momento. Se trata del croissant helado, cuyo secreto está en hacer un pequeña abertura en una de sus esquinas, pero sin llegar a cortarlo del todo, y en ella se coloca una capa de helado de vainilla y se ofrecen hasta cinco toppings para adornarlo: natural, oreo, lotus, caramelo y pistacho. La parte del dulce que no ha sido cortada funcionaría como cucurucho para poder agarrarlo.

Por el momento, esta delicia la puedes probar en los distintos establecimientos que la pastelería francesa Maison Kayser tiene repartidos por Madrid.

FOTO PRINCIPAL.: Photo by JÉSHOOTS.