Dormir mal (o no dormir), o tener problemas para conciliar el sueño provoca una serie de enfermedades, tales como el llamado Síndrome de Apnea Obstructiva (SAOS). Un problema de salud pública que, solo en la Unión Europea, afecta a más de 23 millones de adultos, mientras que, en España, la cifra alcanza los dos millones de personas, un 4-6% de la población. Aspectos como el insomnio crónico, el síndrome de piernas inquietas o la hipersomnia, entre otros, que tienen un elevado impacto en la calidad de vida de las personas.

Unos desórdenes que se han vuelto muy significativos en la última década, lo que ha provocado el interés de los expertos. En este sentido, han surgido numerosos avances terapéuticos al respecto, dando lugar a lo que se conoce como Medicina del Sueño (MS). Una especialidad que se encarga de estudiar, valorar y abordar todo lo relacionado con el diagnóstico del sueño, desde el tratamiento del ronquido hasta la apnea obstructiva. La más común es el SAHS (síndrome de apnea hipoapnea del sueño), que provoca que la persona afectada deje de respirar de forma reiterada cuando está dormida. Y aunque en la mayoría de las ocasiones acudimos al médico de cabecera o al especialista para que nos traten, debemos tener en cuenta el papel del dentista en este tipo de problemática. Sobre todo, porque la odontología también puede ayudar al tratamiento de las alteraciones del sueño.

Mujeres y niños

La calidad y cantidad de nuestro sueño afecta, y mucho, a nuestra salud. El déficit de horas de descanso tiene consecuencias en forma de enfermedades como la obesidad, cardiovasculares, problemas neurológicos, etc. Algo que no solo afecta a los adultos, sino también a niños y los adolescentes. De hecho, en los últimos años ha proliferado el número de casos de patologías relacionadas con el sueño, que tienen una estrecha relación con la salud dental. Cabe destacar, por ejemplo, que el ronquido es un trastorno muy habitual, que aumenta su frecuencia con la edad, y que está presente en el 16% de la población infantil.

Otras, como el conocido como síndrome de Apnea Hipoapnea Obstructiva del Sueño (SAOS), se caracteriza por episodios repetitivos de obstrucción completa (apneas) o parcial (hipoapneas) al respirar por las noches mientras dormimos. Este trastorno está presente en el 1-3% de los niños y el 2-5% de las mujeres.

A pesar de estos datos, no hay que alarmarse. Una buena higiene bucal, la visita periódica al dentista o al médico especialista puede ayudarnos a solventar el problema. Asimismo, en los casos más leves, los cambios posturales, la bajada de peso o el tratamiento fisioterapéutico puede ayudar a mejorar el diagnóstico. En el caso de que el problema sea de mayor envergadura, la cirugía ORL y maxilofacial son necesarias en algunos pacientes. Asimismo, desde hace varios años el uso de dispositivos intraorales de avance mandibular (DAM) han sido avalados en estos tratamientos, ya que resultan muy eficaces y muy bien tolerados por los pacientes que lo sufren.