En un principio, parece que el maquillaje de novias sirve para evitar que cámaras y focos difuminen el rostro, además de camuflar rojeces, poros abiertos y otras imperfecciones cutáneas. En pasarela, el maquillaje pensado para transformar a una modelo en la novia perfecta tiene otro propósito. Primer, bases, coloretes, sombras de ojos, delineadores y labiales deben convertir a esa novia en la protagonista del desfile, no al revés.

Por eso, es importante apostar por tonos que encajen con el outfit de la modelo, su tono de piel y cabello, etcétera, tal y como nos cuentan Olga García e Irene Ahedo, de Sí, quiero estar perfecta/o, consultoras de belleza con stand propio en Fira Nuvis Barcelona. "El maquillaje debe ser natural con colores muy neutros y románticos. Para estos desfiles hemos optado por tonalidades tierra, lilas y algún naranja para pieles más morenas", ha explicado Olga García. El equipo de Sí, quiero estar perfecta/o ha contado también con otras expertas en make up como Jéssica Aranda, Alicia Zamorano y Mercé Torrella.  

El consejo: un maquillaje natural, capaz de adaptarse al mayor número posible de estilismos y peinados.

El tipo de vestido también influye en el maquillaje. Un outfit bohemio encaja con tonalidades más neutras; por el contrario, un vestuario más atrevido queda mejor con un maquillaje anaranjado. "Por ejemplo, los vestidos de Oksana Dorenska llevaban mucha pedrería y eran muy espectaculares. Por eso, en un momento dado podíamos aplicar un maquillaje más intenso. Básicamente, porque esos vestidos lo pedían", ha recordado Irene Ahedo.

Mejor subir que bajar tonos

Antes de maquillarlas, Olga e Irene hablan con las modelos durante dos o tres minutos. Ambas parten de la idea de que el maquillaje dura todo el día, aunque cambien de peinados y vestidos. "Por eso, si elegimos un tono naranja con brilli brilli, más atrevido, no nos podemos pasar. Siempre estamos a tiempo de subir tonos, pero bajarlos es, prácticamente imposihle", ha recomendado Ahedo. En cuanto a los ojos, ambas han optado por delineados en tonos marrones, muy difuminados, para que la mirada no sea demasiado profunda. 

La fisonomía de la modelo también es muy importante. Si tiene los ojos pequeños, conviene no oscurecerlos porque aún se verán más diminutos. Por el contrario, unos ojos grandes dan más juego a la hora de maquillar. "Al final, se trata de adaptar todo lo que haces a la persona que tienes delante", ha resumido García.

El tono de piel, el color del cabello y el tipo de vestido van a influir en el peinado y en el maquillaje a emplear. 

Sea cual sea el maquillaje elegido, este no lucirá igual sobre una piel opaca y descuidada. Es muy importante limpiarla a fondo y añadir, después, una crema hidratante de día. Una crema que aporte mucha luz. Después, se puede empezar a extender el maquillaje. El cuidado de la piel representa un 50% del total; la cobertura de granitos e imperfecciones representa otro 25% y el 25% restante se adapta a la ocasión: ceremonias, cenas, salidas nocturnas o eventos especiales.

El triunfo de los peinados bohemios 

En líneas generales, los peinados y recogidos bohemios (boho) han sido las estrellas de esta edición. Moños bajos con mechones entremezclados, trenzados hippies y ondas deshechas han convivido con coletas pulidas y perfectas, trenzas y moños chignon estilo bailarina. En algunos desfiles, como el de Mimètik BCN han abundado los semirrecogidos desenfadados y las melenas sueltas a juego con coronas y tiaras de flores.

Tocados, horquillas, diademas y tiaras no pueden faltar en un desfile nupcial.

Gema Santos y Laura G. Aguilera, peluqueras y fundadoras del salón técnico Yashira (Sabadell, Vallès Occidental), se han encargado de los peinados y recogidos de las modelos que han desfilado en la última Fira Nuvis. El certamen arrancó con los espectaculares vestidos de Oksana Dorenska, en el que se mostraron recogidos boho chic (moños bajos, trenzados, ondas deshechas alrededor del rostro, etcétera). Tras los diseños de Dorenska se exhibieron los de Mimètik BCN, acompañados de semirrecogidos sutiles y melenas sueltas y onduladas. "Para pasar del primer estilo, más clásico, al segundo, más informal, he quitado las horquillas y deshecho el trabajo. No es tan difícil como parece", ha explicado Gema Santos.

Tiaras, tocados, horquillas, pinzas y coronas de materiales sintéticos (cristales, pedrería, perlas, porcelana, etcétera) y naturales (flores u hojas) no pueden faltar en ningún desfile de novias. Estos adornos aportan un toque romántico y glamuroso a cualquier total look nupcial. En este sentido, y desde hace varias temporadas, están de moda las aplicaciones adhesivas de perlas y brillantes en cabello, rostro, escote y espalda. La última edición de Fira Nuvis se ha hecho eco de esta tendencia ya viral en redes. Durante el desfile de SG Atelier a Medida pudimos ver cómo Laura G. Aguilera aplicaba pequeñas perlas adhesivas, de diferentes tamaños, al cabello y rostro de algunas modelos. ¿El recogido ideal para lucirlas? Una coleta baja perfecta y pulida.

En la imagen, una modelo luce un tocado y un brazalete de flor natural, creados por Ana Daniela, para el desfile de Mishel Eurodress. 

Algunos accesorios dan más trabajo que otros. Es el caso de los tocados de flores naturales que se exhibieron durante el desfile de Mishel Eurodress el pasado 8 de octubre. "Me impresionaron mucho estos tocados. Eran preciosos y además olían muy bien. Eso sí, debes tener mucho cuidado porque las flores naturales se pueden romper", ha comentado Gema Santos.

La novia que viene

• Quiere ser ella misma por encima de todo.
• En peluquería, seguirá triunfando el estilo bohemio (boho) y desenfadado.
• En cuanto a maquillaje se optará por la naturalidad. Tonos que realzan la belleza, pero respetan la imagen de la novia. Aun así, quien quiera apostar por una mirada o unos labios intensos, adelante.
• Maquilladoras y peluqueras deben poner en el centro a la novia, escucharla y hacerla sentir bien. Su trabajo es el de acompañarlas en este viaje que culmina en su gran día.

De izquierda a derecha: Olga García, Irene Ahedo, Gema Santos y Laura G. Aguilera.