Dos de los principios éticos de Sócrates dicen: cuidarse a uno mismo y conocerse a uno mismo. Él y otros éticos antiguos entendieron que cuidar de nosotros mismos es exhibir una actitud de prestar atención a nuestros propios pensamientos y actitudes en la autorreflexión y la meditación, y participar en prácticas ascéticas destinadas a en la realización de un estado ideal del ser, para poder así contribuir en el mundo de una manera más armoniosa.

Así, mantener un cierto respeto por nosotros mismos y participar en la autocompasión y el autocuidado son en realidad fundamentales para crear una buena vida para nosotros y las personas que más nos importan. 

Por qué es importante priorizarse

Cuando nos sentimos agotados, no tenemos nada que dar. Cuando llenamos nuestro tiempo con responsabilidades y priorizamos constantemente las necesidades de los demás sobre las nuestras, nos agotamos.

Y todos sabemos la diferencia entre dar y tener algo que ofrecer: ayudar a un colega en el trabajo, cocinar para nuestra pareja o nuestro hijo, hacerle un favor a un amigo etc..., actividades porque "deberíamos". Las tareas siguen siendo las mismas, pero nuestra actitud cambia, en gran medida basada en nuestra actitud hacia nosotros mismos. Si somos amables con nosotros mismos y considerados con nuestras propias necesidades, es más probable que apoyemos plenamente a las personas a las que nos acercamos. 

Hacer lo que amamos nos recarga. Cuando hacemos lo que de verdad nos llena, nos satisface y nos sentimos inspirados y emocionados, tenemos más energía y positividad para ofrecer a las personas que nos rodean. Por lo tanto, hacer lo que amas es un deber para ti mismo y, por ende, lo será para los demás. 

Perdemos nuestro yo real en la mentalidad del "hacer". Cuando caemos en un ciclo de "tenermos que hacer esto, aquello, vamos a", a menudo sumamos logros que utilizamos para demostrar nuestro valor, pero rara vez nos detenemos a experimentar qué es lo que hace que nuestro trabajo valga la pena para nosotros realmente...

Lo cierto es que, si no practicamos el cuidado personal y no encontramos formas saludables de satisfacer nuestras necesidades como individuos, tendemos a tener menos energía, a quejarnos más, a demorarnos, a sentir más resentimiento, incluso, ira, y a criticarnos a nosotros mismos y a los demás, lo que puede ser contraproducente y agotador para todas las personas a quienes queremos beneficiar dejando de lado nuestros propios deseos y necesidades.

Pero ¿qué hay detrás de todo esto? Pregúntante ¿Estás viviendo tu vida como quieres? ¿Realmente haces justicia a las personas que quieres si tú no estás como quieres estar? Te ayudo con algunas herramientas a saber y a profundizar cómo puedes aclararte y saber la verdad detrás de ir al son de los demás...

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