Establecer unas rutinas hará tu día a día más agradable porque sentirás que los quehaceres de la jornada están "bajo tu control" y al acabarla te invadirá una sensación de satisfacción como recompensa. Primero haces lo que te conviene y no lo que te apetece para luego poder hacer lo ...
Establecer unas rutinas hará tu día a día más agradable porque sentirás que los quehaceres de la jornada están "bajo tu control" y al acabarla te invadirá una sensación de satisfacción como recompensa. Primero haces lo que te conviene y no lo que te apetece para luego poder hacer lo que te apetece y además mereces.
Si eres de las mías, que necesitas ejemplos para tener una idea clara de en qué te beneficia probar rutinas, sigue leyendo porque compartiré contigo diferentes situaciones de mi día a día que perfectamente puede ser el tuyo.
Programa tu semana los domingos.
Anota en una agenda, ya sea manual o digital, lo que quieres ejecutar durante la semana. También te animo a hacer anotaciones de otros meses, pero ahora centrémonos en la semana vista. Anota todo aquello que tienes pendiente y repártelo en los próximos 5 o 7 días, para ejecutarlo. Coger este hábito hará que gestionar tu agenda se convierta en una rutina que te permitirá ser productiva con temas pendientes que por una u otra razón no acaban de ver la luz y te frustran. Te sorprenderá lo mucho que produces tanto en gestiones rápidas como en densas; te sentirás satisfecha por las tareas hechas y será cuestión de tiempo que realices más.
Si quieres saber más sobre cómo organizo mi agenda y los apartados que tengo te recomiendo leer el artículo 2 Para organizarte y sentirte mejor.
Establece un orden en las acciones diarias.
Y me refiero desde que sales de la cama. Por ejemplo, ¿sabrías decir si te peinas antes de lavarte la cara o te lavas la cara antes de peinarte? Si no sabes responder a esto es porque no sigues una rutina nada más levantarte. Tanto si haces primero una cosa o la otra, es indiferente, mantenla así en el tiempo porque eso te permitirá ser ordenada en el resto de acciones del día y las realizarás todas más rápida y eficazmente.
Sé ordenada.
Colocar cada cosa en su sitio es una inversión de tiempo seria y con esto me refiero a que ni las cosas se colocan solas en su lugar, ni son pocas las cosas que debemos colocar en su sitio durante el día o al final de este. Así que si quieres vivir en un entorno sin ruido visual, en el que sea fácil moverte y te facilite la cotidianidad porque sepas dónde está cada cosa que necesitas, siento decirte que no hay otra manera de conseguirlo que invertir tiempo en colocar cada objeto en el lugar que toca.
Pero te diré también que mantener tu hogar o espacio ordenado hará que moverte en él para cualquier gestión -desde coger un medicamento, guardar una maleta, archivar un documento, dejar unas llaves o encontrar un informe- sea rápido y fácil, porque todo tendrá su lugar y sabrás perfectamente cuál es.
Eso sí, ni el orden ni la limpieza se mantienen solos y tan fácil y rápido es colocar cada cosa en su sitio cuando tienes adquirida la rutina, como dejarte convencer por el "luego lo coloco" y en menos tiempo del que imaginas te invade el desorden y la suciedad. Es por eso que siempre recomiendo ir colocando a medida que no necesitas el objeto en cuestión.
Vence la pereza.
Hay pocas cosas que me dan pereza y aunque las hay y me pongo a ellas sin remolonear, en el momento si me preguntas probablemente escogería hacer otra cosa. Ya sabes a qué me refiero: no es lo que más me apetece pero es lo que más me conviene. Por eso te recomiendo que entrenes vencer la pereza. ¿Cómo? Poniéndote a hacer lo que sea, aunque sea sin ganas. Y es que vencer la pereza te facilitará lo que sea que venga después. Es muchísimo más fácil para ti y para tu paz mental (siempre y cuando este tipo de temas la alteren) ponerte a ello cuando sabes que es bueno para ti ponerte.
Muévete.
Otra rutina importante que además es la que más recomiendo es hacer deporte a diario. Y para adoptar este hábito y convertirlo en rutina más rápido te voy a dar unos consejos:
1. Deja preparado el material (en mi caso es el mat, pesas, softball…) la noche anterior.
2. Deja también preparado el set de deporte: mallas, top, camiseta…
3. Escoge en la web o app (si entrenas on line) el entreno o combo de entrenos que quieres hacer.
4. Y entrena con ganas y si no tienes ganas entrena sin ganas. No hay más misterio. Entrenar debería convertirse en tu no negociable. No imaginas hasta qué punto te va a beneficiar hasta que adquieras este hábito y lo conviertas en rutina.
Si necesitas un push para ponerte a ello, en mi perfil de instagram hay una carpeta de destacados llamada ENTRENOS y ahí publico stories mientras hago deporte que te puede servir de motivación para vencer la pereza.
Cocina con tiempo.
Este es un temazo. La mejor decisión (junto a dejar de fumar; también hay aquí un artículo sobre esto que te recomiendo seriamente leer sobre todo si tienes esta adicción que he tomado y ejecutado en los últimos tiempos: el batchcooking.
Invierte tiempo 1 día a la semana (yo lo hago los domingos) y prepara 3 menús: comida y cena. Si comes fuera, deja la comida ya en el tupper lista para coger y llevar. Emplata las cenas y tápalas con film. Añade cartelitos con los días de la semana a tu producción culinaria (los míos están plastificados y los pego con un trocito de Blu-Tack) y cáete muy bien durante 3 días! Si para el desayuno comes bocadillo, te animo también a dejarlos preparados. Deja 3 en la nevera y pon 2 en el congelador y sácalo y pásalo a la nevera el día antes a tomarlo.
Descansa.
Escoge un bote salvavidas y súbete a él siempre que lo necesites. Puede ser un espacio de casa para leer, un podcast que te interese, un álbum de música que haga tiempo que no escuchas, tu cama cuando quieras dormir o sencillamente desconectar, un plan fuera de casa, una conversación con quien sea muy fácil la comunicación, una serie que te haga reír siempre… El descanso físico es igual de importante que el descanso mental y debemos convertirlo también en rutina para evitar restar tiempo de sosiego para dárselo a la productividad. Descansar crea en uno el mismo impacto saludable que producir.
Disfruta.
Que mencione en último lugar este apartado y lo considere rutina no es casualidad. Convertir en rutina el disfrute es muy importante para tu estado de ánimo y para gestionar todo lo mencionado anteriormente desde un lugar constructivo, de mejora personal, de conseguir retos y de ir hacia un estilo de vida saludable en muchos aspectos. Disfrutar de lo cotidiano es un lujo accesible. Te voy a compartir una reflexión: es muy fácil disfrutar de los extras que tenemos en la vida: un viaje, una experiencia gastronómica en un restaurante caro y bueno, un hotel de lujo o cualquier plan por todo lo alto. Es fácil porque a nadie le amarga un dulce. Sin embargo, o tienes un poder adquisitivo que te permita llevar este tren de vida o la mayor parte de los momentos que ocuparán tu vida serán cotidianos: madrugar, trabajar, socializar en la medida de lo posible y descansar. Así que es mucho más inteligente e interesante que disfrutes de la cotidianidad del día a día porque será lo que más tiempo ocupe en tu vida. Y los extras te van a parecer lo que en realidad son: un lujo. Disfrutar de lo cotidiano es educable y es maravillosa la sensación de que te guste un lunes o que no te importe que sea domingo.
Si te apetece leer más sobre hábitos y rutinas te recomiendo leer el libro: 5 consejos para potenciar la inteligencia, de Enrique Rojas. En la página 92 podrás leer sobre la importancia del orden en el horario, en la cabeza, en la habitación. Hay capítulos que son un verdadero tesoro que hablan sobre orden, constancia, voluntad… Aprenderás mucho y te motivará leer sobre estos temas que, repito, no harán más que facilitarte la vida.
Y como buena persona de costumbres, dejo aquí otra frase fabulosa de mi escritor favorito:
"No era una persona dada a cambiar de rutinas.
Apreciaba la vida ordenada más que cualquier cosa."
Murakami
Cuento 3 "Un órgano independiente"
Novela Hombres sin mujeres