Tromso, conocida como la capital del Ártico, es uno de los mejores lugares de Noruega para poder admirar las auroras boreales de setiembre a marzo. Sin embargo, más allá de mirar el cielo, es una ciudad que ofrece mucho más. Cultura, deportes, naturaleza y una divertida vida nocturna que no te defraudará.

Vuelo directo desde Barcelona

Un fin de semana en Tromso puede ser la escapada perfecta para empezar el año. La compañía aérea Vueling ha abierto una nueva ruta que conecta Barcelona con esta ciudad, sin escalas, con dos salidas semanales, los miércoles y los sábados. Una vez allí, no tendrás tiempo de aburrirte.

Sus paisajes son extraordinarios. Está rodeada de majestuosas montañas y espectaculares fiordos. Aquí podrás practicar todo tipo de deportes al aire libre. Desde paseos a trineo tirados por huskies, hasta senderismo, rutas en motos de nieve o esquí. Pero también gozar de su cultura y tradiciones. Es también la ciudad universitaria más septentrional del mundo, por lo que su vida nocturna tampoco te defraudará.

Puedes obtener las mejores vistas de la ciudad subiéndote al teleférico que te llevará al monte Storsteinen, desde donde se obtienen las mejores fotos de este bello enclave. Si eres deportista y te encanan las caminatas, puedes dejar de lado el funicular y ascender los 1.200 escalones de la escalera Sherpa que te llevarán también directamente a la cima. Solo tú eliges la manera de llegar.

Cultura y gastronomía

Podrás conocer su cultura sami, de gran importancia en la región, visitando el museo de la Universidad ártica de Noruega, donde contemplar exposiciones y visitas guiadas muy interesantes, con las que conocer la interesante historia de los samis desde la antigüedad hasta nuestros días.

Y su comida también te encantará. A nivel gastronómico Tromso tiene mucho que ofrecer. ¿Qué tal probar el bacalao seco a la parrilla o el solomillo de reno?

Si con todo eso, deambular por las calles de esta interesante ciudad, conocer la espectacular Catedral del Ártico o disfrutar de su alegre vida nocturna, no te es suficiente. Si además de las auroras boreales y las miles de excursiones invernales que ofrece, te queda más tiempo disponible. También puedes coger el autobús o la bicicleta y acercarte a la isla Kvaloya, donde podrás ver pastar tranquilamente a los renos.

¿No crees que es la escapada ideal para comenzar el año? Tromso es de un tamaño lo suficientemente grande como para ofrecerte de todo y llenar tu agenda de cosas que hacer, pero lo suficientemente pequeña para descubrir la esencia de Noruega, su increíble naturaleza, cultura y tradiciones. Una primera escapada genial, preludio de un año que seguro esperas sea muy viajero