5 ideas para incluir pescado en tu dieta habitual

Carmen Reija

El pescado es un alimento que despierta sentimientos intensos porque a algunas personas les encanta y otras lo aborrecen. Los especialistas en nutrición insisten en que la dieta debe ser variada y equilibrada incluyendo alimentos de todos los grupos, pero a muchos consumidores les cuesta incluirlo en el menú diario.

24/04/2025

El pescado puede ser magro (bacalao), semigraso (fletán) y graso (caballa, arenque, salmón) y, según la especie, contiene en mayor o menor proporción: proteínas, minerales (calcio, fósforo, magnesio, hierro, yodo), ácidos grasos omega-3, vitaminas (A, D y las del grupo B). Esta composición nutricional lo hace indispensable para una dieta ...

El pescado puede ser magro (bacalao), semigraso (fletán) y graso (caballa, arenque, salmón) y, según la especie, contiene en mayor o menor proporción: proteínas, minerales (calcio, fósforo, magnesio, hierro, yodo), ácidos grasos omega-3, vitaminas (A, D y las del grupo B). Esta composición nutricional lo hace indispensable para una dieta sana, estando muy indicado además en casos concretos: niños, ancianos, embarazadas, enfermos de corazón, etc.

Los especialistas señalan que, cuando vayas a consumir pescado, es importante que sepas que:

1-Posee una mayor proporción de masa muscular y menor cantidad de fibras duras, lo que lo hace muy tierno.

2-Su contenido en grasa es muy bajo (lo que favorece su digestibilidad), tiene pocos pigmentos (por lo que su carne suele ser blanca) y contiene ácidos grasos poliinsaturados omega-3 muy beneficiosos para la salud.

2-Si lo compras fresco y entero fíjate en que las agallas sean rojas y estén húmedas, los ojos brillantes, intactos y abultados, la piel nacarada, reluciente, tensa y pegada a la carne, las escamas brillantes e intactas, la carne consistente y elástica, sin manchas, sin huellas y pegada a la espina y el olor de la tripa no puede ser desagradable ni tener color apagado o estar oscurecida.

3-Puedes consumirlo o conservarlo en la nevera seco, envuelto en papel de parafina y dentro de un recipiente hermético hasta tres días. Otra opción es comprarlo fresco y limpio, envolverlo adecuadamente y congelarlo rápidamente.

4-Si optas por comprarlo congelado, elígelo bien. No puede haberse roto la cadena de frío y su color no puede ser amarillento. Como ya está limpio y cortado solo necesitas cocinarlo, ya sea congelado o descongelado total o parcialmente. Si deseas descongelarlo totalmente para hacerlo a la plancha, a la parrilla o asado, ponlo en la nevera el día anterior y deja que se descongele lentamente.

5-Para su elaboración, puedes elegir hacerlo cocido, a la plancha, rebozado, en salsa, marinado, ahumado, etc. o comerlo crudo (pero debe tener unas condiciones higiénicas óptimas para evitar problemas de salud).

Se recomienda su inclusión en la dieta a las personas con problemas de corazón como fuente de proteínas y minerales alternativos a la carne. En los ancianos, es fundamental que estén bien nutridos y que sus digestiones sean sencillas, por lo que el pescado es un recurso muy adecuado.

Durante la gestación, la lactancia y la infancia, los ácidos omega-3 son muy importantes, pues son constituyentes de los fosfolípidos de las membranas celulares y forman parte de las estructuras neuronales, siendo los pescados azules los que mayor cantidad aportan por ración. El contenido de ácidos omega-3 de la leche materna depende de la dieta de la madre, siendo fundamental el aporte de estos compuestos, pues durante la lactancia se desarrolla el sistema nervioso y la retina del bebé.

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