Los celos pueden definirse como la reacción negativa de una persona ante la relación sexual o emocional (real, imaginada o anticipada) de su pareja afectiva con otra persona. La base sería es el miedo a la infidelidad o a ser abandonado por la persona amada. Se asocian a la necesidad ...
Los celos pueden definirse como la reacción negativa de una persona ante la relación sexual o emocional (real, imaginada o anticipada) de su pareja afectiva con otra persona. La base sería es el miedo a la infidelidad o a ser abandonado por la persona amada. Se asocian a la necesidad de recibir atención exclusiva y sentirse valorado, apreciado y querido. Esta necesidad se presenta en todas las personas, pero en las personas celosas es muy exagerada.
Los celos son emociones sociales asociadas a situaciones interpersonales. Las emociones sociales aparecen a lo largo de la evolución de la especie y durante el desarrollo del ser humano (en la infancia, adolescencia y adultez). Se manifiestan después de las emociones no sociales o primarias (como la alegría, el miedo o el asco), que son más elementales y comunes a muchas especies. Responden a normas o reglas culturales acerca de lo que es o no es aceptable. Influyen en lo que los demás piensan sobre lo que uno hace o no hace. En cierto modo, fomentan la cohesión del grupo, que podría ser destruida por la infidelidad de sus miembros o por cambios continuos de pareja que no garantizarían el cuidado de la prole.
Se manifiestan de formas diversas y no pueden considerarse un sentimiento único. Cada persona los experimentará de forma diferente y tendrá reacciones distintas. Pueden presentarse celos puntuales (de escasa gravedad) o convertirse en trastornos psicopatológicos (algunos graves o peligrosos para la persona celosa y su pareja) que hacen necesario acudir a un profesional.
Presentan elementos en común. De manera general, se relacionan con la personalidad, forma de comportarse y con el vínculo que mantiene con la persona querida. Es posible ser celosa o muy celosa en una relación y no serlo en otra con una pareja distinta.
Las personas celosas experimentan al mismo tiempo la necesidad intensa de estar con una persona a quien considera irreemplazable y la sensación de que la puede perder. La intensidad y consecuencias de las actitudes de los celosos eliminan el cariño y acaban con la relación.
Debido a la variedad de los celos y sus características específicas es necesario comprender a la persona celosa. Los celos se acompañan de pensamientos, actitudes y comportamientos complejos y variados. En su conducta se presentan internamente sus emociones y sentimientos y, externamente, sus tendencias y comportamientos (que son instrumentales porque buscan limitar y controlar la vida de la pareja para eliminar a los rivales y evitar que le abandonen).
Las actitudes de desconfianza, recelo o sospecha hacen percibir a las personas celosas señales de abandono y les lleva a actuar en consecuencia. Se generan comportamientos de vigilancia, persecución, obsesión, agresión o de otro tipo, que pueden ser preocupantes y peligrosos para la persona celosa y para su pareja.