La primavera viene vinculada al aumento de las temperaturas y al mismo tiempo a una sensación de alegría y euforia. Pero también se acompaña para muchas personas (un 25% de la población según los estudios) de síntomas negativos como cansancio, somnolencia diurna, falta de energía, pérdida de apetito, alteraciones en ...
La primavera viene vinculada al aumento de las temperaturas y al mismo tiempo a una sensación de alegría y euforia. Pero también se acompaña para muchas personas (un 25% de la población según los estudios) de síntomas negativos como cansancio, somnolencia diurna, falta de energía, pérdida de apetito, alteraciones en el sueño, irritabilidad, escaso deseo sexual, cefaleas… La evidencia lo consideran un trastorno temporal de adaptación a las nuevas condiciones ambientales por el cambio de horario, el aumento de las temperaturas o la humedad. O más popularmente tal cuadro de síntomas la reconocemos con el nombre de astenia primaveral.
¿Cuánto tiempo suelen durar estos síntomas? Elena Sanz Rivas, jefa del servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Quirónsalud de Madrid, apunta al respecto que hay que tener en cuenta que el tiempo que tarda nuestro organismo en acomodarse a una nueva situación es variable de unas personas a otras. "Podríamos decir que, en términos generales, sería esperable que en un plazo de unas 2 semanas este proceso de adaptación ya se hubiera producido o al menos hubiera permitido la atenuación de los síntomas".
En la aparición de la denominada "astenia primaveral" intervienen numerosos factores, como las alteraciones en los ritmos circardianos, modificaciones ambientales, cambios de hábitos que casi todos nosotros realizamos con la llegada del buen tiempo y más horas de luz… En cualquier caso, "es importante incidir en que no se trata de una enfermedad, sino de una dificultad de adaptación al cambiar de unas condiciones a otras", recalca la especialista.
Otro punto a tener en cuenta es si existen personas más propensas a la astenia primaveral. La psiquiatra, en ese sentido, explica que "en la medida en la que consideramos que existe una dificultad en la adaptación, es lógico pensar que son más susceptibles los ancianos y los niños, así como aquellas personas que tienen alguna patología crónica o una situación médica de fragilidad". "También sabemos que las personas que tienen alergia estacional y ven intensificados sus síntomas con el comienzo de la primavera, pueden presentar mayor cansancio y falta de energía en esta época", agrega.
Por último, cabe destacar que el conjunto de síntomas descritos como astenia primaveral "son habitualmente de carácter leve o moderado y de carácter transitorio". Sin embargo, "una intensidad anormal, una duración excesiva, la asociación con otros síntomas físicos o psíquicos diferentes o, simplemente, la existencia de dudas que generen malestar en la persona, son motivos suficientes para consultar a un profesional, que será quien podrá diferenciarla de ciertos trastornos del estado del ánimo", subraya Sanz.
"No olvidemos que la astenia puede formar parte de la sintomatología de algunos trastornos del estado de ánimo, pero también de un amplio grupo de enfermedades orgánicas, algunos de ellas muy comunes como puede ser el hipotiroidismo", concluye.