¿Tienes la sensación de que cuanto más cuidas tu pelo, peor lo ves? No estás sola. "Muchas veces repetimos gestos que creemos inofensivos (o incluso beneficiosos) y sin saberlo, estamos dañando nuestro cabello día tras día", nos advierte Aina Salom (@ainasalomfarma), farmacéutica experta en cosmética y cuidado de la piel. ...
¿Tienes la sensación de que cuanto más cuidas tu pelo, peor lo ves? No estás sola. "Muchas veces repetimos gestos que creemos inofensivos (o incluso beneficiosos) y sin saberlo, estamos dañando nuestro cabello día tras día", nos advierte Aina Salom (@ainasalomfarma), farmacéutica experta en cosmética y cuidado de la piel. En base a su experiencia realizando sesiones de asesoría capilar en las que elabora rutinas personalizadas, Salom cuenta a EsVivir los tres errores que más comúnmente detecta en sus pacientes. La buena noticia: "todos tienen solución y no hace falta complicarse la vida ni gastarse un dineral", asegura.
"¿Te suena eso de salir de la ducha, agarrar la toalla y hacerle una especie de nudo a tu pelo para escurrirlo? Pues mal, muy mal. El cabello mojado está en su punto más frágil. Si lo retorcemos como si fuera una bayeta, estamos rompiendo la fibra capilar sin darnos cuenta", asevera la farmacéutica.
La alternativa que propone la experta es quitar el exceso de agua con una toalla de microfibra o incluso una camiseta de algodón vieja, presionando con suavidad y sin frotar. "Es un gesto tan simple como eficaz, sobre todo si tienes el pelo fino, dañado o con tendencia a romperse", apunta.
Por otro lado, la experta recalca que "el acondicionador no es un producto de relleno ni sirve el primero que pillas porque huele bien". Por contra, el pelo necesita un producto que realmente le aporte lo que le falta. "Usar el acondicionador equivocado no solo no ayuda, sino que puede dejar el pelo apelmazado, más graso o directamente sin brillo", manifiesta Salom.
Y ojo, porque a veces el de la ducha a veces no es suficiente. "Muchas melenas necesitan un plus de protección, sobre todo si usas calor o tienes el cabello seco o teñido. En estos casos, es clave aplicar un acondicionador sin aclarado justo después de salir de la ducha, con el pelo mojado. Esto no solo facilita el desenredado, sino que protege la fibra capilar durante el día", sostiene.
El truco está en conocer tu tipo de cabello, y en ese sentido, la boticaria nos da unas pautas generales. "Si está seco, busca ingredientes como glicerina, aceites vegetales o pantenol. Si lo tienes fino o se engrasa con facilidad, elige fórmulas ligeras y sin siliconas pesadas".
"Este error está tan extendido que parece inofensivo… pero no lo es", aclara la especialista en cosmética y cuidado de la piel, indicando al respecto que "mucha gente piensa que dejar el pelo húmedo hidrata más, pero es justo al revés". "La humedad prolongada debilita la cutícula, favorece hongos en el cuero cabelludo y puede provocar más caída", agrega.
¿El consejo? "Secar el cabello lo antes posible, aunque sea al aire o con secador a temperatura baja. Dormir con el pelo mojado, además, es un cóctel perfecto para el encrespamiento, la rotura y la pérdida de volumen", remacha.
En suma, la clave son rutinas simples y sostenibles. "Cuidar bien tu pelo no significa tener una rutina de 10 pasos ni gastarte medio sueldo en cosmética capilar. A veces, solo necesitas cambiar tres gestos del día a día para ver una gran diferencia", concluye.