Aunque se encuentra a tan sólo 15 minutos en coche de Palma, Son Molí Country House destaca por su privilegiado entorno natural. Y es que los más de 50.000 metros cuadrados que ocupa, se encuentran ubicados en lo que en su día fue una de las comarcas agrícolas más fértiles ...
Aunque se encuentra a tan sólo 15 minutos en coche de Palma, Son Molí Country House destaca por su privilegiado entorno natural. Y es que los más de 50.000 metros cuadrados que ocupa, se encuentran ubicados en lo que en su día fue una de las comarcas agrícolas más fértiles de la isla: el "Plà de Mallorca".
En ella se cultivaban amplias extensiones de cereales, almendros, viñas y hortalizas, algunas de las cuales se mantienen hoy en día, preservando el ambiente tradicional y más auténtico de la conocida como otra Mallorca.
Ambiente tradicional e interiorismo contemporáneo:
Un ambiente autóctono que los visitantes del nuevo Son Molí Country House también perciben al llegar a sus instalaciones, construidas manteniendo el estilo arquitectónico local de piedra seca, y sus tradicionales persianas mallorquinas de color verde oscuro, cuyas lamas horizontales permiten ventilar y proteger del sol sin renunciar a la intimidad.
Pero el elemento tradicional que más destaca en esta acogedora morada es, sin duda alguna, el molino de viento que preside su fachada y da nombre al complejo.
Los molinos de viento fueron, y aún son, uno de los elementos más emblemáticos del paisaje rural de Mallorca, ya que tuvieron un papel fundamental en la vida agrícola y ganadera desde la Edad Moderna hasta bien entrado el siglo XX.
Dicen que llegaron a haber hasta 3.000 molinos en toda la isla, principalmente en el "Plà de Mallorca", de los cuales la mitad fueron harineros, para moler trigo; y otros sirvieron para extraer agua del subsuelo y destinarla principalmente al regadío.
Tras un aspecto rural que cautiva a los amantes de la otra Mallorca, el interior de Son Molí Country House, y en especial sus 22 habitaciones y suites, ha sido diseñado bajo un concepto creativo de lo más contemporáneo y cosmopolita, que garantiza los elevados estándares de calidad que buscan la mayoría de sus huéspedes.
Un proyecto ecléctico que combina elementos tradicionales como las vigas de madera, elegantes doseles jalonando modernas camas king size y alfombras de fibra natural propias del estilo rústico mediterráneo; con muebles oscuros, espejos de estilo oriental y lámparas clásicas; para acoger a los más exigentes viajeros en un entorno mediterráneo de lo más sofisticado.
Igual que sucede con los viajeros que ansían unas vacaciones repletas de actividades de relax y bienestar, con sesiones de yoga, lecturas al borde de la piscina o paseos en bicicleta por bucólicas rutas campestres; con propuestas más dinámicas como actuaciones musicales, riquísimas experiencias gastronómicas, actividades en el huerto ecológico del hotel y talleres artesanales inolvidables, que aportan un plus de glamour al viaje. Y todo, sin moverse de un mismo establecimiento.
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