Botánicamente se denomina Malva Sylvestris y pertenece a la familia malváceas. Es una planta de tallo grueso que puede llegar a medir 1,50 metros de altura. La raíz es gruesa y fusiforme y está cubierta de abundantes raíces laterales. Las hojas son lobuladas y alternas. En sus axilas nacen las ...
Botánicamente se denomina Malva Sylvestris y pertenece a la familia malváceas. Es una planta de tallo grueso que puede llegar a medir 1,50 metros de altura. La raíz es gruesa y fusiforme y está cubierta de abundantes raíces laterales. Las hojas son lobuladas y alternas. En sus axilas nacen las flores (de 2 a 3 cm de tamaño y color entre rosa y púrpura) en grupos. Los frutos son planos y contienen varias semillas. Florece de junio a septiembre.
En su composición química destaca la presencia de mucílagos, taninos, antocianinas (como la malvina, por ejemplo), aceites esenciales, flavonoides, vitaminas (A, B1, B2 y C), minerales (calcio, hierro y magnesio), ácidos fenólicos y polisacáridos
Los especialistas señalan que, entre sus propiedades, destacarían que se considera:
1-Antiinflamatoria. Reduciría la inflamación y el dolor (zona orofaríngea y esguinces, por ejemplo).
2-Antioxidante. Los flavonoides tienen propiedades antioxidantes protectoras contra los radicales libres.
3-Antitusiva. Los mucílagos ejercen un efecto calmante sobre la mucosa respiratoria, inhibiendo el reflejo de la tos, por lo que aliviaría la tos seca y la irritación de garganta.
4-Cicatrizante. Favorecería la cicatrización de heridas y úlceras.
5-Emoliente. Por la presencia de mucílagos que ayudarían a calmar y proteger las mucosas.
6-Expectorante y mucolítica. Ayudaría a expulsar las mucosidades de las vías respiratorias por lo que suele emplearse para mejorar problemas respiratorios.
7-Problemas de la piel. Se le atribuye efecto hidratante sobre la piel debido a la captación de agua por parte de los mucilagos. Se podría utilizar en casos de blefaritis, conjuntivitis, picaduras de insectos, heridas, quemaduras, dermatitis, úlceras, e inflamaciones.
8-Problemas digestivos. Se considera laxante (debido a la presencia de mucílagos) y antiespasmódica (relajaría los músculos y aliviaría los espasmos y dolores abdominales).
Las partes normalmente utilizadas de la malva son sus hojas y sus flores. Puede emplearse en forma té (para ayudar en el tratamiento de problemas respiratorios, como tos, bronquitis, dolor de garganta, por ejemplo), infusión (en forma de gárgaras o enjuague bucal, para la inflamación de las encías, aftas o dolor de garganta, entre otros) o cataplasma (para aplicar sobre la piel, en abscesos, úlceras, forúnculos, picadura de insectos o dermatitis, por ejemplo).
Los efectos secundarios de la malva no son absolutamente conocidos, aunque siguen estudiándose. Puede causar intoxicación si se consume a dosis mayores de las recomendadas y no debe ser usada durante el embarazo y la lactancia por falta de datos. No se recomienda a personas que tengan hipersensibilidad a la planta o la tensión alta. A pesar de que no se han descrito interacciones medicamentosas, la presencia de mucílagos genera un riesgo potencial de interacción porque pueden retrasar o disminuir la absorción de otros principios activos. Consulta al médico.