Los especialistas señalan que, si el calor no te deje dormir, sería recomendable: 1-Dormir en una zona fresca de la casa. Si tienes sótano o terraza y están a buena temperatura, puedes trasladarte a ese lugar fresquito para pasar una buena noche. Intenta mantener la habitación a oscuras el mayor tiempo ...
Los especialistas señalan que, si el calor no te deje dormir, sería recomendable:
1-Dormir en una zona fresca de la casa. Si tienes sótano o terraza y están a buena temperatura, puedes trasladarte a ese lugar fresquito para pasar una buena noche. Intenta mantener la habitación a oscuras el mayor tiempo posible. Evita que el sol la caliente, porque acabará convirtiéndose en un horno. Puedes bajar la persiana en los momentos de calor y dejar las ventanas abiertas para que circule (si lo hay y no es demasiado cálido) el aire exterior.
2-Beber algo fresco. El agua es la mejor opción. No es necesario que esté demasiado fría porque lo importante es que te refresque e hidrate. Otra opción sería tomar una infusión relajante para evitar los nervios que genera no poder dormir. Evita beber alcohol porque, aunque inicialmente puede provocar sueño, ese efecto es muy corto y te despertarás pronto. Además, el metabolismo del alcohol genera calor, por lo que se combinan dos factores que te impedirán dormir.
3-Cenar de manera frugal. Elige algo ligero y fresco (ensalada, macedonia o gazpacho, por ejemplo) para reducir el aumento de temperatura corporal debido a la metabolización de los alimentos.
4-Controlar la temperatura interior. Puedes usar un ventilador para conseguir que recircule el aire dentro de la habitación. Colócalo cerca de una ventana abierta y pon un recipiente de agua con hielo detrás para que se refresque mejor el ambiente sin orientarlo directamente a tu cuerpo porque te refrescará igual estando dirigido a cualquier zona. Utiliza aire acondicionado de manera adecuada porque no es necesario congelar el ambiente, solo mantenerlo a una temperatura que permita descansar. Puedes utilizar un aparato portátil para reducir el coste energético y refrescar únicamente el lugar en el que te encuentras. Usar un acumulador de frío sería una buena opción para quienes viven en casas que carecen de aire acondicionado.
5- Refrescar el cuerpo. Una ducha o un baño templados sin utilizar agua muy fría ni muy caliente (regúlala antes de aplicarla a tu cuerpo). Lavarse las manos con agua fría genera una sensación de frescor inmediato. Aplicar agua en la nuca y las sienes permite al centro regulador de temperatura corporal controlar el exceso de calor.
Las causas del insomnio son muy variadas y suelen combinarse en la misma persona. Sea cual sea el detonante, la situación afecta a la calidad de vida de quien lo padece, reduciendo su bienestar y es imprescindible resolverlo. Si el problema persiste, acude a tu médico, pues cada persona es diferente y los tratamientos generales no sirven para resolver el caso concreto. Es imprescindible realizar un diagnóstico correcto y prescribir el tratamiento adecuado.