Los especialistas señalan que, entre las recomendaciones para mantener una dieta saludable en verano se encontrarían: 1-Aprovechar las ventajas de la Dieta Mediterránea. En ella se recomienda utilizar aceite de oliva, consumir a diario verduras, frutas, las versiones integrales de pan, pasta y arroz y legumbres. Se indica, además, moderar el ...
Los especialistas señalan que, entre las recomendaciones para mantener una dieta saludable en verano se encontrarían:
1-Aprovechar las ventajas de la Dieta Mediterránea. En ella se recomienda utilizar aceite de oliva, consumir a diario verduras, frutas, las versiones integrales de pan, pasta y arroz y legumbres. Se indica, además, moderar el consumo de carnes rojas y procesadas, elegir pescados y mariscos, ingerir alimentos poco procesados, aumentar la ingesta de alimentos frescos y consumir, de manera esporádica, dulces y pasteles.
2-Cocinar recetas sencillas para no incrementar el aporte calórico. Es mejor utilizar la plancha o el horno que freír los alimentos en una sartén, por ejemplo. Otra forma de reducir calorías y mantener las vitaminas y minerales de las verduras, es consumirlas crudas siempre que sea posible.
3-Comer menos cantidad. Levantarse de la mesa excesivamente llena, con la sensación de sentirse empachada es lo peor que puedes hacerle a tu organismo. Resulta muy poco saludable y, cada comida copiosa, se convierte en un problema digestivo. Es probable que ya lo hayas notado en alguna ocasión.
4-Controlar las calorías ingeridas. También de los alimentos saludables como los frutos secos, las legumbres, el arroz o la pasta. No es preciso renunciar a su consumo pero, como aportan más calorías que otros, no se recomienda realizar una ingesta excesiva.
5-Consumir frutas y hortalizas de temporada. En verano es posible encontrar muchas frutas y hortalizas bajas en calorías, ricas en nutrientes y con un alto poder hidratante.
6-Evitar alimentos con alto contenido en azúcar. Los deliciosos postres azucarados (pasteles, tartas o helados, por ejemplo) no deben ser consumidos a diario pues solo se recomienda un consumo ocasional. Elige fruta o postres lácteos que aportarán saludables compuestos prebióticos y probióticos. También se recomienda sustituir el azúcar por edulcorantes que no aporten calorías, bebidas "light o sin azúcar" e infusiones. No se recomienda el consumo de refrescos azucarados ni de bebidas alcohólicas.
7-Limitar y seleccionar las grasas ingeridas. No es preciso eliminarlas totalmente de la dieta, pero sí es necesario controlar la cantidad ingerida y elegir grasas saludables como las que presenta el aceite de oliva, por ejemplo.
8-Mantener un adecuado estado de hidratación. Incrementar la ingesta de agua, zumos naturales, infusiones, frutas y hortalizas te permitirá mantener al organismo en niveles saludables de hidratación. Su aporte es muy sencillo (al natural, en gazpacho o en ensalada, por ejemplo).
9-Reducir el consumo de carne roja. Sería más recomendable consumir (como fuente de proteínas de origen animal) 5 o 6 raciones de pescado, siendo, al menos 3, de pescado azul.
Estas pautas deberían seguirse en todas las estaciones del año, pero el verano podría ser un buen momento para iniciarse en este tipo de alimentación. En este momento de relajación en el que sueles modificar tus hábitos, puedes aprovechar para encontrar la motivación necesaria para disfrutar de una dieta saludable.