No se puede negar: recibir halagos por el perfume que se lleva, al dejar una estela agradable al pasar, es un cumplido que resulta siempre bien recibido. Sin embargo, puede que no sea tan buena idea como parece; el gesto, a priori inofensivo, de rociar el cuello con colonia. Sí, está ...
No se puede negar: recibir halagos por el perfume que se lleva, al dejar una estela agradable al pasar, es un cumplido que resulta siempre bien recibido. Sin embargo, puede que no sea tan buena idea como parece; el gesto, a priori inofensivo, de rociar el cuello con colonia.
Sí, está bien leído: ese acto aparentemente inocente de pulverizar perfume puede estar provocando más daño del que se imagina. Y no se trata solo de una irritación temporal, sino de la aparición de manchas (además de deshidratación y envejecimiento prematuro), algo que nadie desea al adquirir o recibir una fragancia como regalo.
Es algo que ocurre con frecuencia también en la ropa: tras aplicar perfume o colonia, puede quedar un cerco bastante antiestético. Pero, además, puede generar manchas en el cuello, una de las zonas más comunes para su aplicación. "La raíz del problema tiene nombre: alcohol, que forma parte de la formulación de los perfumes y colonias", adelanta Patricia Garín, directora dermocosmética de Boutijour. "El alcohol debilita la barrera natural de la piel y la deja desprotegida del sol", explica Raquel González, cosmetóloga y fundadora de Byoode. Y, precisamente por eso, "aparecen manchitas, el tono apagado y la piel se deshidrata y se vuelve más fina", tal y como añade Estefanía Nieto, directora técnica de Medik8.
El cuello es, además, una de las zonas más vulnerables del cuerpo: su piel es fina, está muy expuesta al sol y tiene menos glándulas sebáceas. También es importante tener precaución con los perfumes que incluyen aceites cítricos o esencias fotosensibilizantes, ya que pueden reaccionar con la luz solar y dejar marcas difíciles de eliminar.
"El cuello, con la piel tan fina, es una de las zonas más olvidadas en la rutina y, sin embargo, resulta especialmente delicado", señala Mireia Fernández, directora dermocosmética de Perricone MD. "Si a eso se le suma que casi nunca se aplica protección solar en la zona y además se le rocía alcohol, queda completamente indefenso", insiste Mireia Fernández, directora dermocosmética de Perricone MD.
Estefanía Nieto, directora técnica de Medik8, también lo confirma: "Es una zona donde se suele aplicar colonia por costumbre, pero justo por eso cada vez se detectan más casos de fotoenvejecimiento prematuro y manchas. Lo más recomendable es aplicar el perfume sobre la ropa".
"Que las manchas sean consecuencia del uso de perfumes en la zona del cuello no cambia nada respecto al resto de manchas solares, porque lo que mancha la piel no es el perfume en sí, sino el sol. Por lo tanto, el tratamiento es el mismo", explica Isabel Reverte, directora dermocosmética de Ambari. Es decir, la clave para tratarlas está en utilizar ingredientes que unifiquen el tono y protejan la piel a diario.
"La vitamina C es uno de los mejores activos para tratar la pigmentación, iluminar y prevenir la aparición de nuevas manchas en la zona del cuello. Combinada con péptidos o retinal, además contribuye a mejorar la firmeza", apunta Raquel González, cosmetóloga y fundadora de Byoode.
Por su parte, "el ácido hialurónico será el encargado de mantener la piel hidratada, pero, sobre todo, no puede faltar el protector solar todos los días, sin excusas, ya que el SPF actúa como escudo frente a la radiación UV, evitando que las manchas se oscurezcan o que aparezcan nuevas", recomienda Patricia Garín, directora dermocosmética de Boutijour. Y, si se busca un plus, "pueden incorporarse suplementos dermocosméticos que impulsen la síntesis de colágeno y elastina y refuercen la piel desde el interior", sugiere Sole Urrutia, directora nutricional de Advanced Nutrition Programme.