Porque no, la piel no reacciona igual cuando estás ovulando que cuando te retuerces con el primer calambre del mes. Y la clave para que no se note (o se note para bien) está en cómo la exfolias. "La exfoliación debe adaptarse a cada fase del ciclo", resume Isabel Reverte, ...
Porque no, la piel no reacciona igual cuando estás ovulando que cuando te retuerces con el primer calambre del mes. Y la clave para que no se note (o se note para bien) está en cómo la exfolias. "La exfoliación debe adaptarse a cada fase del ciclo", resume Isabel Reverte, directora dermocosmética de Ambari. Y no, no vale usar el mismo ácido semana tras semana sin atender a cómo está la piel.
"Hay momentos en los que una exfoliación agresiva puede resultar contraproducente y, en cambio, otras fases donde se puede aprovechar el impulso regenerador de la piel para afinar su textura y mejorar el tono", apostilla Raquel González, cosmetóloga y creadora de Byoode.
Durante estos días, las hormonas como el estrógeno y la progesterona están bajo mínimos, y eso se nota. "Solemos notar la piel más sequita, sensible y con un aspecto apagado", explica Estefanía Nieto, directora dermocosmética de Medik8.
La barrera cutánea está más vulnerable, así que este no es momento para ácidos agresivos, pero esto no significa que no convenga exfoliar, sino que "en esta etapa es mucho mejor optar por exfoliaciones suaves, como con gluconolactona, un polihidroxiácido más amable con la piel sensible, que además promueve la hidratación", sugiere la cosmetóloga Raquel González, creadora de Byoode.
Cuando se empiezan a elevar los estrógenos, la piel responde. De pronto está más firme, hidratada y luminosa. "En esta fase, la piel aguanta mejor los tratamientos más potentes", propone Isabel Reverte, directora dermocosmética de Ambari.
"Ese es el momento justo para introducir cosmética más activa, como el ácido glicólico, para mejorar la textura y aportar luminosidad", apostilla Patricia Garín, directora dermocosmética de Boutijour.
Después del subidón que vive la piel durante las fases folicular y de ovulación, llega una etapa más dura, en todos los sentidos. La progesterona se dispara y la piel reacciona como si necesitara protegerse: produce más grasa, se vuelve más reactiva y, en algunos casos, los brotes no tardan en aparecer. ¿Te suena?
"Como aumenta la progesterona en la fase lútea, la piel tiende a volverse más grasa y propensa a brotes de acné", adelanta Marta Agustí, drectora dermocosmética de Advanced Nutrition Programme. "Lo ideal es incorporar exfoliantes seborreguladores, como el ácido salicílico que ayudarán a prevenir la obstrucción de los poros y que salgan granitos sin alterarla en exceso", indica Mireia Fernández, directora dermocosmética de Perricone MD.