Se puede definir vapear como inhalar el vapor producido por un cigarrillo electrónico. Los datos que manejan los expertos indican que más del 54 % de los jóvenes (entre los 14 y 18 años) han vapeado alguna vez porque consideran que es menos tóxico que fumar tabaco, aunque esta idea ...
Se puede definir vapear como inhalar el vapor producido por un cigarrillo electrónico. Los datos que manejan los expertos indican que más del 54 % de los jóvenes (entre los 14 y 18 años) han vapeado alguna vez porque consideran que es menos tóxico que fumar tabaco, aunque esta idea generalizada de la baja peligrosidad de vapear no es real.
No existen estudios científicos que puedan indicar que usar cigarrillos electrónicos sea menos negativo para la salud. Existen muy pocos estudios específicos que valoren el daño que puede producir vapear a corto, medio y largo plazo, porque es una conducta relativamente reciente. Además, los ingredientes del cigarrillo electrónico (nicotina, sustancias facilitadoras de la vaporización, aditivos alimentarios de los que se desconocen los niveles considerados seguros tras ser calentados e inhalados y los miles de posibles sustancias saborizantes) convierten el vapor en tóxico para quienes lo inhalan directamente y para quienes se encuentren a su alrededor.
Las razones para dejar de fumar o vapear son numerosas y no existen soluciones mágicas que no impliquen esfuerzo. Entre las razones para dejar de vapear, los especialistas señalan que:
1-Vapear tiene un impacto directo, rápido y evidente sobre la salud.
2-Un porcentaje de los líquidos utilizados contienen nicotina, aunque no se indique específicamente debido a los escasos sistemas de regulación y control específicos.
3-No se conoce el impacto a largo plazo del uso de los vapeadores, por lo que lo más recomendable es abandonarlos cuanto antes.
4-El negativo efecto a nivel ecológico de los cigarrillos electrónicos es cada vez mayor.
5-No ayudan a dejar de fumar, sino que favorecen el consumo dual. Los datos señalan que, entre los adultos, existe una prevalencia de uso diario de, aproximadamente, un 2%, siendo más del 52 % el porcentaje de uso dual con el tabaco
6-Se suele considerar al cigarrillo electrónico como primer paso de acceso al consumo de tabaco tradicional, especialmente entre los jóvenes.
Los especialistas aportan una serie de recomendaciones para dejar de fumar y de vapear entre las que destacarían: Tener clara la motivación y el objetivo de dejarlo porque es evidente que la salud mejora cuando lo mantenemos lejos de nuestro aparato respiratorio. Marcar una fecha para dejarlo y cumplirla sin excusas. Identificar los momentos, emociones y situaciones que favorecían el vapeo e, inicialmente, intentar evitarlos hasta ser capaces de controlar el consumo. Buscar ayuda profesional. Consultar con un profesional el posible uso de tratamientos para dejarlo (tanto farmacológicos como psicológicos). Apoyarse también en familiares y amigos. Romper rutinas y mantenerse ocupado y distraído. Practicar ejercicio y hacer deporte para percibir las mejoras físicas que dejar de vapear aporta a la salud. Felicitarse por el esfuerzo realizado para perseverar en el abandono.