11 recomendaciones para cuidar el hígado

Carmen Reija

Los estudios científicos avalan la idea de que una buena nutrición basada en una dieta equilibrada puede colaborar en el buen funcionamiento del hígado. En algunas enfermedades hepáticas se incluyen pautas alimentarias como parte esencial del tratamiento. Cualquier modificación en este sentido debe ser dirigida por el especialista, al que debes consultar todas tus dudas, sin caer en la tentación de realizar dietas inadecuadas y sin fundamento científico que pueden perjudicar tu salud.

17/09/2025

Cuando planifiques tu menú diario puedes hacerlo pensando en tu salud hepática. Incluye frutas y verduras por su elevado contenido en vitaminas, antioxidantes y minerales. Elige verduras de color naranja, amarillo, púrpura y rojo (cítricos, ciruelas, sandía, brócoli, zanahorias o berenjenas) y consúmelas en crudo o poco cocidas. Evita el ...

Cuando planifiques tu menú diario puedes hacerlo pensando en tu salud hepática. Incluye frutas y verduras por su elevado contenido en vitaminas, antioxidantes y minerales. Elige verduras de color naranja, amarillo, púrpura y rojo (cítricos, ciruelas, sandía, brócoli, zanahorias o berenjenas) y consúmelas en crudo o poco cocidas. Evita el exceso de sal y utiliza ajo, cebolla y cúrcuma como ingredientes de tus platos elaborados.

Para conseguir ese objetivo, deberías evitar el consumo de alimentos grasos (huevos fritos o en tortilla con mucho aceite, embutidos, quesos curados y cremosos, nata, mayonesa, salsas grasas, ahumados, precocinados, etc.), azucarados (azúcar y dulces con azúcar añadido como la bollería industrial) y las bebidas alcohólicas y gaseosas.

Los especialistas aportan una serie de recomendaciones para cuidar el hígado entre las que destacarían:

1-Aumentar el ejercicio físico.

2-Beber líquidos abundantes, especialmente agua. Puedes consumir zumos naturales de frutas y caldos vegetales.

3-No abuses del azúcar refinado porque el hígado lo transformará en grasa y colesterol. Tampoco debes abusar de los edulcorantes artificiales. Si necesitas "azúcar" elige frutas frescas o miel.

4-Ingerir frutas y hortalizas frescas a diario. Verduras de color verde como acelga, lechuga, espinacas, brotes o germinados y verduras de tallo (cardo, puerro, apio). También la zanahoria, el tomate, la remolacha, rábanos, pimiento rojo, etc. Frutas frescas, directamente o en zumos (naranjas, fresas, piña, kiwi, etc.)

5-Comer carnes magras, huevos (sin exceso), pescado, pan integral, legumbres y lácteos (sin excesos). Evita las grasas saturadas o en mal estado sin excluir las grasas sanas. Opta por el aceite de oliva o de semillas.

6-Repartir la ingesta a lo largo del día sin saltarse ninguna comida. No pases hambre, pero tampoco comas si no tienes apetito.

7-Utilizar técnicas que no aporten grasa (cocción, plancha, asado, vapor o papillote, por ejemplo).

8-Cuidar tu intestino. Evita el estreñimiento y los platos recalentados o en malas condiciones higiénicas.

9-Comer pan. Mejor de cereales integrales (trigo o avena, entre otros) y bajo en sal.

10-Reducir el estrés y no utilizar la comida para reducir la ansiedad.

11-Evitar las dietas milagro, los alimentos precocinados y los que tienen muchos conservantes o pesticidas.

Algunos alimentos resultan muy indicados por sus propiedades diuréticas, desengrasantes, desintoxicantes, etc. y pueden ser incluidos en menús "sanos" que "cuiden" nuestro hígado. En esta línea se encuentran, entre otros: aguacate, ajo, alcachofas, berenjenas, calabacín, ciruelas, cúrcuma, diente de león, espárragos, lecitina, manzanas, papaya, piña, rábanos, remolacha, té verde, tomate, uvas o verduras de hoja verde (espinacas, acelgas, escarola, etc.).

Te proponemos unos ejemplos muy depurativos: alcachofas salteadas con ajo fresco, ensalada completa (espárragos, lechuga, aguacate, huevo duro, brotes de soja, diente de león, rábanos, remolacha y tomate), filete de pavo a la plancha con espárragos trigueros, berenjenas rellenas de merluza con tomate o macedonia de frutas (manzana, piña y naranja).

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