Botánicamente se denomina Valeriana officinalis. Pertenece a la familia de las Valerianaceas, aunque se conoce como hierba de los gatos (porque genera un olor que resulta afrodisíaco para estos animales) o valeriana, en función de la localidad. Es una planta herbácea y perenne de la que se utilizan las partes ...
Botánicamente se denomina Valeriana officinalis. Pertenece a la familia de las Valerianaceas, aunque se conoce como hierba de los gatos (porque genera un olor que resulta afrodisíaco para estos animales) o valeriana, en función de la localidad. Es una planta herbácea y perenne de la que se utilizan las partes subterráneas (rizomas, raíces y estolones). Se emplea por sus propiedades calmantes desde la antigüedad, siendo recomendada por los médicos griegos para combatir los trastornos del sueño. Actualmente se sigue utilizando y se cultiva en diversos países europeos en los que existen cultivos específicos debido al amplio uso de esta planta.
En su composición química destaca la presencia de iridoides, flavonoides, valepotriatos, monoterpenos, sesquiterpenos, lignanos, ácidos fenólicos, glúcidos, almidón, antioxidantes, ácidos grasos, ácidos fenólicos, GABA, resina, esteroides, taninos y alcaloides piridínicos. El aceite esencial de valeriana contiene monoterpenos y sesquiterpenos, fundamentalmente.
Desde la fitoterapia se utilizan rizoma, raíz y espolones. En ellos se encuentra una elevada concentración de aceite esencial (con abundante proporción de ácido isovalérico) que aporta sabor amargo y olor característico a la valeriana. Puedes encontrar productos de fitoterapia elaborados a partir de la droga pulverizada en forma de infusiones, cápsulas, decocciones, extracto y tintura, por ejemplo. Suele presentarse de forma única o con otros componentes que potencian su actividad.
A la valeriana se le atribuyen numerosas propiedades asociadas a los principios activos presentes en la planta, aunque continúan realizándose estudios científicos para confirmarlo. Destacaría que:
1-Facilita la digestión.
2-Reduce la angustia, la ansiedad, el nerviosismo y la agresividad, aportando un efecto calmante contra los síntomas del estrés.
3-Se considera anticonvulsivante.
4-Produce la relajación del músculo liso por lo que funciona como antiespasmódica.
5-Mejora los dolores musculares, de la menstruación y de cabeza debido a su capacidad antiinflamatoria y analgésica.
6-Ayuda a disminuir la dificultad para conciliar el sueño por lo que mejora el insomnio y aumenta la calidad del sueño.
Se han descrito efectos secundarios que deben ser identificados por los consumidores. Pueden presentarse problemas gastrointestinales (como náuseas y gastritis, por ejemplo), alteraciones neurológicas y problemas asociados a la piel, entre otros.
La valeriana se considera segura pero presenta algunas contraindicaciones importantes. No se recomienda a personas que consumen alcohol, enfermos hepáticos, personas con hipersensibilidad a sus componentes, pacientes tratados con fármacos que interaccionan con la valeriana (barbitúricos, benzodiacepinas, antihistamínicos y anticoagulantes, fundamentalmente), embarazo, lactancia y niños menores porque no hay datos sobre la seguridad de su consumo.
Consulta a tu médico su consumo y sigue sus indicaciones. Se recomienda adquirirla (sola o combinada con otras plantas que potencian sinérgicamente su efecto) en un centro que cumpla todas las garantías sanitarias.